Sindicales
27/7/2006|956
SOIP: La Bordó-Marrón, más fuerte que nunca
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En el tramo final de la campaña, hemos reforzado nuestra lista. Las elecciones en Moliendas de Sur, suspendidas por más de un año e impuestas por los compañeros del lavadero y recolección de residuos de pescado, colocó como delegado a Claudio Fernández, candidato de nuestra Bordó-Marrón.
No es casualidad. Nuestros candidatos han realizado asambleas en las plantas para comenzar a discutir un pliego de reivindicaciones y tienen el mandato mayoritario de sus compañeros, que se comprometieron con su voto, para recuperar el gremio.
Esta situación se repite en importantes fábricas de la rama conserva. Un ejemplo es Indupesa, que concentra a 150 compañeros. Luchan por nuestro triunfo porque nuestros candidatos se han comprometido en recuperar, para todos los trabajadores de la planta, una parte del salario que la patronal paga sólo a los compañeros de mayor antigüedad.
También en el fresco, donde las postergadas elecciones a delegados en Artico y en Plozevet, demuestran el temor de una burocracia que sabe que ganarán nuestros candidatos.
Nuestros compañeros fueron los únicos que reclamaron, en la reunión del Cuerpo de Delegados, medidas de fuerza a la altura de los crecientes conflictos en el gremio.
El conflicto en Arhehpez se mantiene, después de 15 días, más fuerte que nunca. Aquí también nuestra agrupación hace su aporte, explicando el convenio negrero (a través del folleto Cipa-Soip), y poniéndose a disposición de todas las instancias movilizadoras que se proponen.
Luego de la suspensión de las elecciones, volvimos a las puertas de las fábricas con nuestros volantes. Todas las paredes del puerto dicen: “Vamos por la victoria de la Bordó-Marrón”. La lista se prepara con grandes jornadas de agitación en las principales esquinas de la zona. Nuestros volantes impulsan la deliberación colectiva acerca de nuestros reclamos más urgentes y de la necesidad de desalojar definitivamente a la camarilla celeste vendida a la Cipa para retomar la discusión paritaria. Para que se vayan, hay que votar por la Bordó-Marrón.
Las otras listas prometen milagros si ganan. Pero del convenio negrero Cipa-Soip no habla nadie. Del trabajo en negro y cómo enfrentarlo, tampoco. No son alternativa para revertir la superexplotación de los obreros del pescado; no reivindican la tradición del movimiento obrero que es el de la asamblea fábrica por fábrica, los delegados con mandato y la asamblea general para tomar resoluciones y discutir las acciones necesarias. No plantean la necesidad de dotar al movimiento obrero de una dirección que luche contra la precarización, la flexibilidad y el trabajo en negro.
A estas promesas vacías, oponemos nuestra propuesta de organización clasista: poner en pie al Cuerpo de Delegados de los trabajadores en blanco y en negro con mandato revocable en asamblea de fábrica.
¿Con qué objetivos? Para terminar definitivamente con el trabajo en negro y el retraso salarial; para recuperar el día femenino e imponer la obligatoriedad de guarderías maternales en todas las plantas. Para poner en pie nuestra obra social y empezar a pelear por la extensión de la insalubridad a todas las ramas de la industria.
Un triunfo electoral de la Bordó-Marrón contribuirá a impulsar un reagrupamiento de las organizaciones antiburocráticas de la zona, para colaborar en la recuperación de las organizaciones sindicales y para intervenir en todas las luchas reivindicativas y políticas de la clase obrera.
Nuestra agrupación y la fortaleza de nuestra intervención en la campaña, han comenzado a volcar el voto de activistas de otras organizaciones a nuestra lista. Ha comenzado a calar la idea de que para que se vayan hay que votar a la Bordó-Marrón.