Stockl: La lucha logró reinstalar a cuatro despedidos

Círculo Sindical (Almirante Brown)


En medio de un fuerte ataque patronal que incluye despidos, suspensiones y condiciones de trabajo de sobreexplotación, los trabajadores de la autopartista Stockl han obtenido una victoria. Tras cuatro días de paro, que incluyó el bloqueo de la puerta de la fábrica, lograron la reincorporación de cuatro despedidos.


 


Veamos qué papel jugó cada uno ante el conflicto. La Comisión Interna, cómplice de la situación en la que se encuentran sus compañeros, actuó como vocera de la empresa llamando a aceptar las ridículas ofertas de indemnización. La patronal realizó todo tipo de maniobras para quebrar el conflicto: desde llamar a los trabajadores para que no se presenten a trabajar, otorgando asuetos compulsivos, pasando por la amenaza de cerrar la fábrica, hasta el abono de las quincenas adeudadas para quebrar la unidad con los despedidos. La UOM (que no ha impulsado ningún tipo de plan de lucha en el cuadro de la discusión paritaria)


envió a representantes provinciales para calmar los ánimos y que el conflicto no siguiera tomando notoriedad en el parque industrial. Maniobras todas que fueron pulverizadas por la unidad de los trabajadores, de todos los turnos, que no se dejaron intimidar.


 


Analizando el acta que se firmó este viernes, en la delegación local del Ministerio de Trabajo, no podemos perder de vista que la patronal, en complicidad con la burocracia de la UOM, va a continuar con su plan de suspensiones. El documento firmado dice textualmente: “el acuerdo por suspensiones que se viene tratando con la empresa, que se ha suscripto, tendrá vigencia en la medida que no se efectúen más despidos”. Este acuerdo perjudica el bolsillo de los trabajadores, consiste en suspensiones semanales al 70%, destruyendo aún más el pobre salario de los metalúrgicos.


 


Otro de los puntos que más afecta a los trabajadores es no tener una obra social, porque la patronal no realiza los aportes, a pesar de que los descuentos se hacen todos los meses. Esto, sumado a la falta de ART, hace que los obreros -sin cobertura ni prepaga- deban poner plata de sus bolsillos cuando sufren accidentes (algo constante en la fábrica, porque las condiciones de seguridad e higiene son deplorables), sin contar que muchas veces son suspendidos o despedidos al no conseguir certificado médico.


 


El conflicto en Stockl empalma con un cuadro convulsivo en todo el gremio metalúrgico que lleva más de 20 mil despidos y 14 mil suspensiones. En la industria automotriz, las suspensiones llegan a seis mil en lo que va del año. Mientras tanto, la burocracia entrega salarios y conquistas en los convenios colectivos, aduciendo que de esta manera no habrá despidos (lo que, por otra parte, es falso, ya que las patronales siguen despidiendo).


 


Por todo esto, la victoria obtenida es una bocanada de aire fresco, que debe ser recogida por todos los trabajadores del parque industrial de Almirante Brown. Marca el camino a seguir, en un momento, donde las patronales pretenden descargar la crisis sobre los trabajadores.


 


Necesitamos en Stockl y en todos los lugares de trabajo una política independiente de la patronal y el Estado. Por un agrupamiento combativo del gremio, independiente de la burocracia propatronal. Por asambleas de base que impulsen un plan de lucha para derrotar esta avanzada antiobrera. Por paritarias de 35% y por un paro nacional de 36 horas. Comisiones obreras electas por los trabajadores que controlen las condiciones de trabajo y la seguridad en la fábrica. Frente a los despidos y suspensiones, apertura de los libros de las empresas para que sean controladas por comisiones obreras. Ocupación de toda fábrica que cierre o despida.


 


Vamos con estas reivindicaciones a un congreso del movimiento obrero y la izquierda para trazar el camino que llevará a los trabajadores a derrotar el plan antiobrero impulsado por Macri y los gobernadores.