Sindicales

28/12/2018

Subte: La conducción de AGTSyP firma un acta salarial a la baja

Es el mismo recorte que la UTA acordó con Metrovias y el macrismo. Asambleas por sector para debatir y sentar las bases de un plan de acción.

Vocal de la Comisión Directiva de AGTSyP

El Ejecutivo de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) firmó un acta salarial con Metrovías que sanciona una caída salarial.


Se trata de la misma reducción salarial que la la patronal acordó, previamente, con la burocracia de la UTA, confirmando, una vez más, que el gobierno de Macri y Metrovías, tratan a la AGTSyP como a una organización de segunda, de la misma manera que lo hacían antes Tomada y el gobierno kirchnerista. La conducción yaskista se subordina a ese tratamiento.


La pérdida estimada es de 18 puntos para 2018. Efectivamente, el aumento salarial al básico, sumará a enero del 2019 un 30% contra una inflación proyectada en no menos del 48% por todos los analistas (En 11 meses ascendió a un 43,5%). Y eso cobrado en cómodas cuatro cuotas. A esto se agregará una suma no remunerativa, que absorberá los $5.000 correspondientes al decreto del gobierno – que, como pago “en negro”, no se incorpora al básico y por la tanto no suma a las cargas sociales, jubilación, aguinaldo, pero sí tributa ganancias. Tampoco suma al piso salarial para la paritaria 2019. Agréguese que esa suma es, en principio, a cuenta de futuros aumentos. Y si bien está pendiente una “revisión” en enero, no se trata de una cláusula gatillo automática, sino de una valoración entre partes sujeta a las vicisitudes de la crisis galopante en curso. No se necesita “revisión” para saber, sobre el fin de año, que la inflación superará el 45%. Y que en los últimos 6 años se perdió un 38%. Lo que importa es que en un cuadro de precarización salarial, donde la pérdida de poder adquisitivo se lleva alrededor de un salario por año y el impuesto a “las ganancias” otro tanto, se impuso una nueva rebaja salarial.


¿Este desenlace era inevitable? Seguro que no. La defensa del salario depende de la firmeza y el poder de fuego de un sindicato. Los aceiteros, camioneros, bancarios, sanidad, acordaron por encima del 40%. Y los luchadores del subte supieron ser vanguardia en el terreno salarial. No es un sindicato multitudinario, pero su papel clave en el trasporte de la Ciudad y su tradición de lucha, le dan una gran capacidad de acción. No emplearla fue una decisión política. Durante largos meses, para eludir la acción directa, se tomaron medidas anodinas, como apertura de molinetes con reparto de café al usuario. Absorbidas por la patronal que contraatacó con sanciones, juicios, amenazas de despidos y represión. No sólo no hubo respuesta de lucha, sino que la dirección capituló firmando un acta donde se fija que en caso de medidas de fuerza, jefes o carneros podrán mover los trenes sin impedimentos por la parte gremial. Fue la condición patronal para admitir que la AGTSyP sea signataria del acta parida por la UTA reduciendo los sueldos.


La base política de la capitulación no es nueva: no es momento – sostienen – de ´desestabilizar´ al gobierno, sino de esperar la constitución de un frente político de partidos patronales peronistas –todos los cuales colaboraron con la ´gobernabilidad´ aprobando leyes en el Congreso o aplicando el ajuste en provincias y municipios donde gobiernan–, con la bendición del Papa, hacia octubre de 2019.


La Agrupación Naranja emitió una declaración proponiendo que asambleas de sectores abran un amplio debate sobre el balance de la paritaria, para sentar la base de una agenda de acción de la AGTSyP, a fin de recomponer el salario y terminar con la subordinación a la camarilla impostora de la UTA.