Sindicales

11/10/2007|1013

Subte: La empresa y patota de la UTA “actúan” juntos

Preparase para dar pelea

Las negociaciones en el Ministerio con la empresa, la dirección de la UTA y el Cuerpo de Delegados comienzan a revelarse, como lo caracterizamos desde un principio, como una instancia de tregua con la que el gobierno pretende llegar a las elecciones del 28 sin conflicto.


Hace tres semanas, los trabajadores del Subte estuvieron al borde de iniciar un paro que se suspendió por la “mediación” del defensor del pueblo, que “gestionó” una negociación en el Ministerio de Trabajo. Los trabajadores y delegados suspendieron la huelga condicionados por la presencia policial y la patota de la UTA que desde hace meses recorre los sectores.


En tres semanas la empresa no se avino a firmar nada que favorezca a los trabajadores. No hay compromiso escrito de mejorar las condiciones de seguridad; no hay ningún compromiso escrito de cesar la persecución contra la organización gremial y contra el Cuerpo de Delegados. Que saquen las cámaras y garitas ubicadas en lugares de trabajo, derecho de asambleas, que retiren las más de treinta suspensiones y el despido e inicio de desafuero del delegado Néstor Segovia.


En la reunión realizada el viernes 5 la patronal montó una provocación para justificar su posición intransigente. Acusó al Cuerpo de Delegados de “romper el diálogo” por haber abierto molinetes para facilitar la concurrencia a la movilización por Fuentealba y por organizar para ese mismo día el acto de Lacroze. La empresa puso a los trabajadores en el banquillo de los acusados. Justo en el momento en que sus numerosas denuncias de falta de mantenimiento se verificaban en la práctica: una formación de la Línea D anduvo sin freno a lo largo de cinco estaciones y no hubo una desgracia de milagro.


El única acta surgida de estas reuniones terminó siendo firmada por la UTA y la empresa, no por los delegados. El Ministerio llamó a las partes a no realizar medidas que afecten “el diálogo”, es decir a atarse de manos, mientras la burocracia y la patronal siguen actuando. La dirección de la UTA sigue juntando “antecedentes” para sus tribunales de "ética” y sigue firmando actas truchas con la empresa cuando en realidad no hay ningún acuerdo concreto. La táctica de la burocracia de la UTA es que el “desconocimiento” de esos “acuerdos” viola las normas de su propia “ética”.


Detrás de las actas, la dirección de la UTA, junto con la empresa, pretende que los trabajadores del Subte no se preparen para luchar y esperen con los brazos cruzados al 28. Entonces podrá despedir y sancionar, y la patota de la UTA actuará como lo hizo en el reciente conflicto de la 102, donde más de cien matones de la burocracia quebraron a prepo un conflicto. Hay que formalizar nuestra propuesta de acta y hacerla pública. Votarla en asambleas. Si esto no es así, las reuniones no tienen sentido. Termina siendo peor el remedio que la enfermedad.


Las distintas asambleas votaron preparar durante este tiempo de negociaciones una fuerte organización que nos permita ganar un conflicto que, tal como van las cosas, es inevitable. La agitación para que no pasen más suspensiones, los despidos, y para quebrar los nefastos tribunales de “ética” hace necesario rodearse de solidaridad de todas las direcciones de lucha y de una amplia agitación sobre los problemas de los trabajadores. Hay que juntar miles firmas de los usuarios con el petitorio del Cuerpo de Delegados. Entregarlas en una movilización, desarrollar una gran campaña hacia el público, mostrando cómo la empresa, a pesar del diálogo, no se aviene a firmar más que actas en contra. Rodear a los trabajadores del Subte de solidaridad es una tarea fundamental.