Sindicales

22/10/2009|1105

Subte: Paro y triunfo en la Línea H

Las líneas marcan el camino

Un fuerte paro de tráfico de la línea H frenó la sanción aplicada a un delegado que realizó un cambio de turno con un compañero. El cambio, algo habitual en la empresa, respondió en este caso a la necesidad de acompañar a un familiar enfermo. Como un calco casi del reciente paro de la Línea B, ante una idéntica provocación de la patronal aquí también la predisposición de la base para defender a sus delegados, saldó por la vía de la acción directa este extendido conflicto. El que provoca la insistencia de patronal y gobierno (Ministerio), de ignorar a la genuina representación de los trabajadores. En pocos minutos, la jefatura de Recursos Humanos se avino a aceptar el cambio y a escuchar una serie de reclamos de los trabajadores de la H.

No se puede dejar de mencionar un par de hechos más. En la línea A los trabajadores siguen resistiendo con paros de un tramo de dos estaciones, los intentos de la empresa de promover a guarda a un elemento de la burocracia, por encima de los compañeros en lista de espera por su antigüedad. Y en el taller San José, que dio la pelea por las espantosas condiciones de seguridad laboral y el reconocimiento de los accidentes de trabajo, se logró la reincorporación a sus tareas de un compañero accidentado que la patronal mantenía sin alta, en el freezer. No sólo eso, se están implementando una serie de mejoras de seguridad.

La importancia de estas batallas parciales, desde abajo, es que indican la temperatura positiva de la base para ir por el pliego de reivindicaciones, por la apertura de relaciones formales del cuerpo de delegados con la patronal y por el reconocimiento del nuevo Sindicato del Subte.

En este nivel más general, se han anunciado gestiones para interesar a un sector de parlamentarios en el tema de la inscripción de la nueva organización. No hay aún nuevas medidas de acción de conjunto definidas y debería haber un nuevo plenario para resolverlas.
Bienvenida es toda solidaridad; lo que sería un extravío es pasar del terreno de la lucha obrera por el reconocimiento a un plano de tipo parlamentario, en el mejor de los casos discursivo.

La lucha de las líneas marcan un camino, como lo marcó la gran huelga de Kraft. Especialmente cuando se trata de torcer el brazo de un poder que no se muestra predispuesto; por el contrario, Tomada acaba de declarar que el expediente de reconocimiento gremial de la CTA “tiene dificultades”. Qué esperar para el expediente de los luchadores del Subte, de claro perfil antiburocrático y combativo.

Las asambleas de líneas y talleres tienen por delante dos niveles de definición: un plan para encarar sus reivindicaciones por sector y proponer los nuevos pasos en el plan de movilización general del Subte por el reconocimiento del nuevo sindicato.