Sindicales

25/8/2018

Subte: reclamamos asamblea general y plan de lucha

Presentación de delegados de la Agrupación Naranja

El viernes 24, delegados del subte de la AGTSyP, de la Agrupación Naranja, hicieron entrega a la conducción del sindicato de 250  firmas de trabajadores solicitando la realización de una asamblea general extraordinaria, en los términos que lo define el artículo 13 del Estatuto del sindicato. El motivo del reclamo es debatir y votar un plan de lucha para rechazar la ofensiva de la patronal y el gobierno macrista, que se ha propuesto desactivar, y si es posible borrar del mapa la organización histórica de los luchadores del subte. A esos fines apuntan las terribles medidas que van desde el desconocimiento del sindicato hegemónico de los trabajadores del sector y el intento de subordinarlo a la burocracia irrepresentativa de la UTA, hasta centenares de sanciones, procesos penales y procesos de desafuero a delegados por ejercer el derecho a la acción gremial, incluyendo la prohibición de tomar servicio a varios de ellos (despido “de hecho”), pasando por un deterioro salarial creciente y  un clima represivo en los sectores.  


Esto, nada menos que en momentos en que la presidencia de la empresa gerenciadora, Metrovías – Benito Roggio, acaba de confesar que “retornaba” al gobierno de turno, el 5% de los subsidios estatales recibidos, estafando a trabajadores y usuarios, para mantener un negociado que redundaba en un servicio público desastroso. El gobierno ataca a los trabajadores mientras exonera a sus amigos de la “patria contratista” pirata.


La oportunidad de la realización de la asamblea solicitada, surge del fracaso de las medidas de baja intensidad y mínima exposición –apertura de molinetes con reparto de café al usuario, paros breves en horas muertas- desarrolladas desde hace cinco meses que solo  han servido para aumentar el número de sanciones y provocaciones de la patronal, sin abrir siquiera una puerta de negociación.


La situación, sin precedentes amerita un plan de lucha de verdad, en la huella del Astillero Río Santiago, de los docentes, de Télam y de una asamblea general del gremio para organizarla. No encarar esta tarea y dar largas al asunto, en nombre de esperar las elecciones de 2019, como lo pregona la conducción kirchnerista del sindicato, se torna, objetivamente, funcional a que el ajuste y los negociados macristas avancen sin resistencia. En oportunidad de las elecciones de la CTA “de los Trabajadores”, esta iniciativa del clasismo, con vistas al triunfo en un conflicto emblemático en el subte cobra renovada importancia.