Sindicales

24/12/1998|613

Subterráneos, el tarifazo de la Alianza

La Alianza en pleno impulsó un aumento inmediato del 20 % del cospel del subte y una escala de futuros aumentos que llevarán el cospel a 75 centavos en el 2001, es decir un incremento del 50%.


Los aumentos, que son parte de la renegociación del contrato con Metrovías, fueron aprobados por funcionarios de De la Rúa, en una audiencia pública que analizó la transferencia del control de los subtes de la Nación a la ciudad de Buenos Aires.


El primer aumento regirá desde el 1º de enero y se repartirá, en un 97% para el concesionario, “por haber superado índices de calidad previstos en el contrato”, y un 3% para un fondo especial, que administrará la Ciudad, para “ir pagando nuevas obras de infraestructura y compras de coches” (Clarín, 12/12).


El plazo original de la concesión se alarga cuatro años, hasta el 2017, y Metrovías queda eximido del pago del canon al Estado, previsto en el pliego actual. Deberá invertir su equivalente en obras por valor de 181 millones. También se mantienen los subsidios del Estado que superarán los 540 millones. Significa que todas las ‘inversiones’, salen, vía aumento del cospel, vía subsidios, o vía el canon suprimido, del bolsillo de los consumidores y de la población en general.


Es muy difícil establecer a que se refieren los ‘índices de calidad’, cuya ‘superación’ justifica el fangote de plata que va directamente a las arcas de Benito Roggio, dueño de Metrovías. Por ejemplo, delegados de Metrovías refirieron a Prensa Obrera que todos los reclamos realizados para conocer los términos del contrato fueron infructuosos.


En la Comisión bicameral de Reforma del Estado, los legisladores, tanto radicales como frepasistas, aprobaron la renegociación junto con la del Ferrocarril Urquiza, también en manos de Roggio, que contempla una escalada de aumentos de tarifas, también, de hasta un 50%. Los mismos legisladores desaprobaron, en cambio, las renegociaciones de las concesiones del Mitre y del Sarmiento. Se ve que, para la Alianza, Benito Roggio tiene ‘un no sé qué’.


Según Clarín (18/12), De la Rúa ‘manejó’ una postergación de la audiencia pública, para que el apoyo radical a la renegociación no se produjera antes de las internas de la Alianza. Pero, asegurada la candidatura, el gobierno porteño apunta a “recuperar el control y la regulación de los servicios, que ahora tiene el gobierno nacional … (y a) manejar un fondo específico de 840 millones de pesos”.


Las ‘inversiones’ proyectadas, son una verdadera incógnita.


No parece que la ‘renegociación’ contemple la situación de los trabajadores de Metrovías, con sueldos congelados y condiciones inhumanas de trabajo. En la audiencia pública, distintas entidades de usuarios se opusieron. “Lo correcto hubiera sido que las inversiones quedaran a cargo de la empresa y que los aumentos se apliquen después de realizadas las obras” , “nuevo abuso tarifario y otra vez los funcionarios descargan el peso de las obras en la gente que no tienen aumentos de sueldos para afrontar todos los ajustes”, opinaron.


El Partido Obrero plantea rechazar el aumento; anulación de la concesión sin indemnización y re-estatización de los subterráneos bajo control de usuarios y trabajadores; que sean éstos los que resuelvan un plan de desarrollo del subterráneo que abarate y eficientice el transporte urbano, financiado con impuestos al gran capital; aumento de la remuneración y declaración de insalubridad para el trabajo en subtes. Sobre esta base, impulsar la movilización conjunta de usuarios y de la UTA-Metrovías.