Suspensiones en la General Motors: reparto de las horas de trabajo sin tocar el salario


General Motors de Alvear, en las cercanías de Rosario, va a suspender a 2.750 trabajadores los últimos días de agosto y cada lunes de septiembre. El salario se pagaría al 100 por ciento.


El Smata de Rosario acordó estas suspensiones con la empresa. Dicen que luego se sentarán a conversar sobre qué sucederá en octubre y noviembre.


 


Lanzan “mensajes de tranquilidad”, colocando por delante las modificaciones a la planta que se están realizando para el plan Fénix y la producción de un nuevo modelo. Pero la realidad es que la empresa abrió el listado de retiros voluntarios hace rato y se rumorea en la planta que quieren que sean 900.


 


La situación de la planta de Alvear pende de un hilo: su producción se exporta en un 75 por ciento a Brasil. Y la crisis en Brasil es colosal, en una situación límite, con una recesión galopante, fuga de capitales, crisis política y en vísperas de una gran ofensiva antiobrera.


 


Allí, los trabajadores de la industria automotriz están en huelga contra los despidos masivos. Los obreros de General Motors de São José dos Campos, luego de una huelga de dos semanas, convirtieron casi 800 despidos en suspensiones. Quieren transformar en una fase de despidos a la etapa de suspensiones precedente.


 


Todo plan de ajuste sobre el movimiento obrero de Santa Fe cuenta con la anuencia del gobierno nacional y el gobierno provincial. Decenas y decenas de ejemplos lo demuestran, entre ellos la dramática situación actual de Paraná Metal en Villa Constitución.


 


Las suspensiones en General Motors afectarán también a las empresas que proveen los materiales y autopartes a la fábrica. Ante la caída de la producción es necesario el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.