Sindicales

26/3/2018

Suteba: debates en el comienzo del plan de lucha

En el comienzo del conflicto docente en la provincia de Buenos Aires, se suscitó en la Lista Multicolor de Suteba y en las seccionales que dirige un intenso debate sobre cómo plantear los reclamos y las medidas de fuerza ante el No Inicio de clases.


El eje de la divergencia radicó en qué postura adoptar frente a la burocracia sindical de la Lista Celeste –en la conducción del gremio–, ante la posibilidad de que decidiera convocar a medidas de fuerza, lo cual ocurrió recién el mismo día en que se realizaron las asambleas de Suteba, apenas 24 horas antes del comienzo del ciclo lectivo.


Un planteo ubicó a la burocracia en un campo de lucha común y sostuvo votar las medidas de fuerza junto con la dirección de Baradel, incluso bajando el pliego de reclamo y el método histórico de la Multicolor: el Plenario provincial de delegados de escuela con mandato, en el cual decidan los docentes.


La otra política, impulsada por Tribuna Docente, sostuvo que la dirección de Sonia Alesso (Ctera) y Roberto Baradel (Suteba) es enemiga de ir a un conflicto con Macri y los gobernadores, con muchos de los cuales tienen pactos de sangre. Hasta el momento de realizarse las asambleas que debían decidir qué hacer, eso se expresó en la negativa rotunda de parte de la Celeste de hablar de medidas de huelga, no digamos ya de organizarlas. La dirección celeste dejó pasar la disolución de la paritaria nacional; la devaluación de su representación, igualada por el gobierno con gremios ultraminoritarios –varios de los cuales fracturaron el frente que tenían con la Ctera a instancias del macrismo–; el presentismo; los cierres de escuelas y cursos; el ataque a los bachilleratos de adultos, la “secundaria del futuro” y una larga lista de ataques que se amplía día a día.


Esta situación produjo, por primera vez en mucho tiempo, una votación de mandatos dispares en los Sutebas recuperados. Aun cuando en la gran mayoría de ellos se terminó votando de forma diferenciada a la burocracia de Baradel, fue un factor de confusión para la docencia y abonó el campo de maniobras de la burocracia, que hizo lo imposible para que la oposición Multicolor se disolviera detrás de medidas de fuerza sin continuidad, sin programa y sin asambleas y plenarios realmente organizados para garantizar la participación de la base docente.


La Celeste se jugó a explotar todo tipo de vacilación para arrancar un cheque en blanco, que hiciera co-responsable a los Suteba multicolores de la entrega que está en curso.


El valor del método de los plenarios provinciales multicolores


Una segunda reflexión que surge es la importancia de los plenarios provinciales de delegados de la Multicolor. El lunes 26 de febrero, se realizó un plenario provincial de delegados, que había sido acordado en diciembre pasado. En ese plenario, realizado en La Matanza, la Azul y Blanca, que encabeza los Suteba de Quilmes y Berazategui, no concurrió.


Las resoluciones votadas por amplia mayoría establecieron un pliego de reclamos que incluye un salario básico nacional unificado de 17.000 pesos, el reclamo a Suteba de plenario provincial de delegados con mandato, jornada de No Inicio de 72 horas combinando paros, movilizaciones y asambleas, y continuidad del plan de acción, entre otras muchas cosas. La moción que triunfó coincidía también con lo expresado por la mayoría de los mandatos traídos ese día.


Lógicamente, plan de lucha y pliego reclamado son indisolubles.


La moción derrotada tenía como única diferencia el planteo de las 48 horas, buscando coincidir con la celeste en algo que todavía no había sido planteado por la dirección de Baradel. Los defensores más fervientes de “converger” con la Celeste fueron la Lista Verde de Tigre (Opinión Socialista) y el PTS.


Las resoluciones de los plenarios multicolores se asientan en el consenso de sus asistentes, delimitando el campo en el que nos ubicamos, independiente de la burocracia celeste y del Estado. El respeto a ese consenso mínimo evita la dispersión de las mociones, que siempre favorece a la burocracia sindical.


Sobre la unidad


La burocracia sindical es maestra señera del divisionismo. Sin embargo, y en especial desde la derrota electoral del kirchnerismo –de cuyo gobierno fueron sostenedores–, vienen buscando que la Multicolor acepte la orientación de Baradel en “la lucha contra el gobierno de los Ceos”, para lo cual no tienen pergaminos.


En los dos años y medio de Cambiemos, entregaron la paritaria del 2016 sin un solo día de huelga, disolvieron la fuerza de los paros y de las multitudinarias movilizaciones del 2017, y ahora levantan las medidas en todo el país, en el momento más agudo del ataque de Macri, Vidal y los gobernadores contra la educación pública y los educadores.


La “unidad” que propugna no es otra que la de los “cuerpos orgánicos”, impenetrables para la masa del gremio. Su método es la atomización de los docentes que están saliendo a defender escuelas, cursos y hasta modalidades enteras contra el cierre y el desguace ¡solos!


¿Dónde rige, aquí, la “mayor unidad”?


En nombre de la “unidad”, la burocracia exige que aceptemos sin chistar que Sonia Alesso levante los paros de Ctera con un aviso en el palco y que Baradel declare que Suteba abandona la huelga como método de lucha para realizar acciones alternativas más creativas, y que le acepte a Vidal el más preciado reclamo de la patronal: negociar sin medidas de paro. Haciendo gala de respeto a la “autonomía”, reclaman también que aceptemos las paritarias a la baja ya firmadas por las conducciones celestes de Misiones, Salta, Tucumán y ahora Córdoba, de 15% con supuesta cláusula gatillo, que Baradel señaló como la forma de resolver el conflicto en Buenos Aires, el centro de la discusión paritaria docente del país.


La entregadora serial de Misiones, que viene haciendo esto desde hace años, hizo “escuela” en toda la Celeste. En la Ciudad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta insiste con el 12% y Vidal, en la provincia, con el 15% y el presentismo. En este cuadro Baradel propuso en TN –nada menos– el fin del conflicto con un arreglo a la baja.


La unidad que peleamos y conquistamos


La política de la burocracia, hoy más que nunca, terminó levantando la lucha de hecho. Luego del importante paro de 48 horas, hizo silencio de radio, desarticulando cualquier respuesta, buscando el desánimo y la desorganización.


El arco de las agrupaciones sindicales partidarias de una convergencia con la Celeste justifica sus planteos en que la acción de la Lista Multicolor “sola no alcanza”. Coincidimos: hay que ganar a la base docente, incluyendo a la que está influida por la burocracia sindical, sobre la base de la delimitación con Celeste, denunciando su política de contención de la lucha, que atomiza cada vez más a la docencia y la coloca de rehén del operativo pejotista del “volveremos 2019” –levantado por Hugo Moyano en la marcha del 21F.


Por el contrario, la Multicolor viene sumando para galvanizar esa unidad necesaria, apoyada en su trayectoria, que en los momentos clave permitió paralizar prácticamente toda la provincia, a pesar de la política de tregua de la Celeste.


En las asambleas de los Suteba de Ensenada y de La Matanza, la acción férrea de la Multicolor –algo logrado no sin debates y dificultades– terminó quebrando a la Celeste, que votó las medidas de fuerza y programa propuestas por las directivas recuperadas. En el caso de Ensenada, votaron incluso a favor del reclamo de Plenario provincial de delegados con mandato. Un hecho histórico. La base llevada por la Celeste votó una propuesta ajena a la burocracia.


En San Martín, siendo la presencia entre la Celeste y la Multi muy pareja, la burocracia hizo una maniobra ante el temor de perder su hegemonía: propuso votar la jornada de 72 horas con la Multicolor, pero al margen del programa, del método de decisión y de la continuidad que rechazaban. La mayoría de los compañeros de la Multicolor de esa seccional votó con la Celeste, en un cuadro que generó confusión y dudas en nuestras propias filas. La moción original de la Multicolor fue sostenida por Tribuna y cosechó el 40% de los votos multicolores. De más está decir que el secretario general de esa seccional luego votó por el mandato de Baradel en el plenario de secretarios generales.


En Quilmes y Berazategui las conducciones de esas seccionales mocionaron junto a la Celeste, lo que llevó a un fraccionamiento del voto multicolor.


En el resto de las seccionales multicolores se votaron mociones diferenciadas de la Celeste, y también en la mayoría de las seccionales celestes, con la excepción del voto rupturista del PTS.


Dos políticas


En la marcha de Ctera-Suteba del 5 de marzo, la dirección Celeste anunció el levantamiento de las medidas de fuerza.


Ese día, los Suteba multicolor marcharon con una columna propia, encabezada por una bandera que exigía “Plenarios Provinciales de Delegados y Continuidad del plan de lucha”, detrás de la cual se sumó cerca de un tercio de los movilizados ese día.


El jueves 15, los Sutebas y la Lista Multicolor protagonizaron una importante marcha a La Plata con todos los reclamos, ocuparon la Torre 1 y fueron recibidos por los directores de la Rama Media, a los que emplazaron a retrotraer sus medidas de ataque.


El resultado de esta lucha de la comunidad educativa, que la Multicolor impulsó –preparada con asambleas, abrazos a las escuelas y marchas de antorchas en todos los distritos– fue crucial para imponer el recule parcial del Ministerio de Educación provincial, que debió retractarse del cierre de la inscripción de alumnos para los Bachilleratos de Adultos.


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