Sindicales

21/8/2003|814

Suteba: El paro se vino con todo

El paro del 7 de agosto tuvo características masivas. Las amenazas de Solá de descontar el día de paro no surtieron efecto alguno. En la docencia crece la conciencia de que nos hemos transformado en el blanco del ajuste del gobierno.


El eje fundamental que ha motorizado esta lucha en la base docente es la necesidad urgente de aumento salarial. La masividad del paro ha puesto de manifiesto el absoluto rechazo al piso salarial de 380 pesos ofrecido por el gobierno, que sólo alcanza a un ínfimo porcentaje de docentes (menos del 5%).


La movilización fue contundente y aguerrida. La oposición constituyó su propia columna frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires. El “cordón sanitario” con el que Yasky y sus socios azules y blancos pretendieron impedir el paso de General Sarmiento, se transformó en un bumerang. Inmediatamente, las seccionales ganadas a la burocracia y las agrupaciones opositoras se trasladaron hacia el sector donde estaban los compañeros. Desde allí, las consignas en contra de la burocracia sindical reclamando un plan de lucha y los 200 pesos de aumento inmediato, se transformaron en la bandera de todo el arco opositor.


La propuesta de Yasky diluye la posibilidad de una lucha a fondo en jornadas, marchas y caravanas, dilatando para dentro de un mes un posible paro de 24 horas, implementando una nueva consulta y sin fijar el monto de aumento salarial. Es fundamental lograr los 200 pesos de emergencia al básico para todos los niveles, como ya han obtenido los trabajadores privados, y luego seguir la pelea por un básico de 800 pesos.


Es necesario abrir una amplia deliberación entre los docentes, concurrir masivamente a las próximas asambleas y votar un plan de lucha con paros escalonados y progresivos y la convocatoria a un plenario provincial de delegados que evalúe las medidas y garantice la continuidad.


En este sentido, las seccionales recuperadas por la oposición en el Sutebazo, juegan un papel fundamental.