Sindicales

18/7/1995|456

Suteba reglamenta el cuerpo de delegados

Hace un mes, aproximadamente, la burocracia marysanchista publicó un reglamento para el cuerpo de delegados, que fue distribuido en algunas reuniones, pero nunca discutido. Dicho reglamento, según los dirigentes del Suteba, estaba sujeto a aprobación del Ministerio de Trabajo.


El mecanismo de funcionamiento que prevé el reglamento, es un modelo de regimentación. En su parte más “democrática”,  establece que “cada delegado realizará una reunión de afiliados en su lugar de trabajo, donde pondrá a consideración de los mismos, únicamente, los temas contenidos en la convocatoria del Consejo Ejecutivo Provincial”. El reglamento también expresa que las resoluciones de las reuniones de delegados están subordinadas al Consejo Ejecutivo Provincial.


Entre las obligaciones del delegado figuran la de “transmitir verazmente las informaciones y las resoluciones tomadas por los cuerpos orgánicos del Sindicato”.


Las seccionales solamente podrán convocar a reuniones de delegados si están autorizadas por la dirigencia provincial, y únicamente para debatir cuestiones locales.


Existe, desde luego, un régimen disciplinario para los delegados que no cumplan con estas obligaciones, como la revocación de sus mandatos mediante asamblea de afiliados del lugar de trabajo, avalada por los dos tercios de los votos.


Cualquiera puede comprender que, los delegados (según el reglamento), se transformarían en agentes de la burocracia ante las bases, y no en representantes soberanos de éstas. Se trata de convertir a los cuerpos de delegados en órganos impotentes para luchar, pero llenos de privilegios para defender las traiciones de la burocracia y sus negocios de turismo y obra social. Después de todo, los celestes de Suteba han traicionado la huelga del 88, colaborado en la transferencia de escuelas a la provincia, en la sanción de la ley federal, traicionaron la huelga del 92, ayudaron a destruir nuestro régimen de licencias y firmaron el establecimiento de los reconocimientos médicos.


La burocracia toma estas medidas regimentadoras, en vísperas de un ataque histórico y decisivo a la educación gratuita. Pretende “consensuar” este ataque en la Comisión Mixta, con Duhalde y Giannettasio, y se da ya los instrumentos para imponerlo a la docencia. En Suteba, desde abajo hacia arriba todos están proscriptos: los no afiliados, que no pueden elegir delegados ni decidir; también los afiliados, porque sólo pueden decidir lo que mande el burócrata provincial; y finalmente los delegados, que tienen vedada cualquier iniciativa. No debe extrañar entonces que, mientras a los delegados se les puede revocar el mandato si luchan contra las traiciones de la burocracia, no estén previstos los mecanismos para bajar a la burocracia.


Es importante añadir que la burocracia, en este contexto, ha hecho una campaña para darle “jerarquía” al cuerpo de delegados, desalentando la asamblea general.