Sindicales

2/10/1997|559

Tabacaleras: violenta flexibilización

Desde el 24 de mayo, Nobleza Piccardo ha extendido el horario en cuatro ho­ras promedio por semana y despidió tra­bajadores.


Ahora, Massalin Particulares preten­de implementar la jomada de 12 horas (todo simple) en tumos de lunes a jueves y de viernes a domingo. En el primer caso extendería el horario semanal a 48 horas, ahorrándose el plus equivalente a 16 ho­ras extras —4 horas por día—, es decir, 8 horas normales por semana: en total, el trabajador debería percibir 56 horas se­manales y sólo cobra por 40.


El segundo tumo es mayor negocio: se introduce el trabajo *normal* los sábados y domingos con el siguiente resultado: se ahorran 11 horas extras al 50% entre el viernes y el sábado a las 13 horas, y las 5 horas restantes del sábado y las 12 horas del domingo la patronal evita de pagar 17 horas extras al 100% —sin contar el 100% correspondiente al franco compensatorio, que en este caso se tomaría (razón por la que pagaban 200%). La suma de las horas efectivamente trabajadas —36, más el 50% de las 11 horas, más el 100% de 17, da un total de 58 horas 30 minutos.


Como se rotaría, el promedio de los dos tumos pasa a ser de 57 horas 15 minutos semanales. Así, la patronal se ahorra el 43% del salario correspondiente a horas extras, pagando el sueldo pelado por 40 horas semanales.


Pero como el horario continuo permite un mayor aprovechamiento de la maqui­naria, podemos ver fácilmente cómo gana la empresa al incrementar en forma abso­luta la explotación del trabajador, perju­dicando su vida y la de su familia. El resultado de la aplicación de este horario serán nuevos despidos, que la empresa ya viene produciendo aunque todavía en ‘pequeña escala´.


No es infundado entonces el rumor de que Massalin prepara 300 despidos a fin de año.


El sindicato se pudre cada vez más


¿Cuál ha sido la respuesta de la direc­tiva del SOT? Por supuesto que la abierta complicidad, como en Nobleza en mayo.


Estamos en presencia de una directi­va completamente descompuesta, que ha convertido al sindicato y a la Federación en fuentes de enriquecimiento personal y de recursos económicos para el PJ de la Capital (en particular la 26, donde so candidatea a legislador Cortés, secreta­rio general, con recursos provenientes del aporte del trabajador, del Fondo del taba­co y del manejo discrecional de hoteles y clínicas).


Las patronales tabacaleras se han puesto a la cabeza de la ofensiva flexibili­zadora, adelantándose a las pautas de la ley laboral que el gobierno hará votar después de octubre, con el acuerdo de la alianza radical-frepasista.


  • Defensa de las 37 horas 45 minutos semanales.
  • Ningún despido.
  • Que se paguen las extras correspon­dientes.
  • Control obrero directo de los fondos sindicales, del fondo especial del tabaco y de la Obra Social.