Sindicales

25/9/2008|1056

Talleres Centrales en lucha contra el cierre

trabajador de Talleres Centrales

Con una dotación de 135 trabajadores, este antiguo taller de oficios -que alguna vez fue orgullo de la ciudad-, hoy se encuentra en pleno funcionamiento, ya que allí se construye, entre otras actividades industriales, el mobiliario urbano, que se instala en plazas, parques, plazoletas, escuelas, hospitales y otras dependencias en toda la ciudad. De su histórica fundición, salen placas y estocones que adornan toda la ciudad y llevaría muchos espacios de esta nota describir todas las tareas que aquí se realizan.

Estas actividades se realizan pese a las carencias de todo tipo en insumos, vehículos para el transporte de las cuadrillas, elementos de seguridad, etc. Del total de la planta, 35 compañeros son contratados con años de antigüedad y salarios de miseria. Pese a todo, los trabajos salen, se instalan, etc., recibiendo en muchos casos felicitaciones de los funcionarios que solicitaron estos trabajos. Esta somera descripción es para subrayar que Macri pretende cerrar una planta industrial en pleno funcionamiento, para destinar estos enormes predios al “megaproyecto” inmobiliario de la zona sur de la capital, que afecta también a los hospitales Udaondo, Moyano, Borda y Talleres Protegidos -los cuales sufren idéntica amenaza.

En Talleres Centrales, todos los problemas importantes se debaten en asambleas generales de la planta, método aplicado por el Cuerpo de Delegados que fue electo en asamblea. Con este método se obtuvieron importantes reivindicaciones largamente planteadas en el taller, que paulatinamente fueron fortaleciendo una importante unidad entre los compañeros. Los rumores de cierre se vienen escuchando desde hace mucho tiempo -ya habíamos sufrido uno en el año ’95 bajo la gestión del nefasto intendente Domínguez. Pero en el curso de esta semana, los rumores fueron confirmados desde el propio Ministerio de Espacios Públicos, con el lacónico comunicado de que Macri quiere el predio.

Ante esta novedad, el miércoles 17, inmediatamente se reunió la asamblea general y en una votación unánime se resolvió la toma de los talleres con la voluntad inequívoca de que defenderemos el taller a muerte, para que no nos vuelva a suceder lo del ’95. La medida adoptada fue comunicada al sindicato que nos nuclea (Sutecba), mientras se adoptaban las previsiones que garantizaran la toma. Cerca del mediodía, bajó al taller uno de los dirigentes del Sutecba que está centralizando la toma del Emui, con la propuesta de que el sindicato tomaba en sus manos nuestro reclamo desde su misma dirección que el tema ya estaba en discusión con el ejecutivo. Aún con esta información, una nutrida cantidad de compañeros acompañó a los delegados a una reunión en el sindicato (que previamente se había gestionado), mientras en los talleres una gran cantidad de compañeros esperaban el resultado de la misma.

Finalmente, la reunión se realizó con la presencia de miembros del Consejo Directivo de las fracciones que dirigen el gremio, quienes reiteraron que el Sutecba no va a permitir la caída de los talleres y que, por el contrario, presentará al Ejecutivo un proyecto para que en nuestro predio se concentren todos sectores operativos dispersos en un gran ente de mantenimiento. Con esta información, una nueva asamblea resolvió el levantamiento de la toma y mantener un estado de asamblea permanente, la difusión pública de nuestra situación y la denuncia de un intento de persecución contra los delegados por parte de los funcionarios.