Técnicos aeronáuticos: se formó el frente antiburocrático

Para recuperar Apta

La Pista


Aún sin convocar, pero con los tiempos estatutarios ya vencidos, la campaña electoral en el gremio de los técnicos está en pleno desarrollo.


 


Después de 25 años de lista única, la burocracia enfrenta una nueva fractura interna. La constitución del Frente de Delegados y Activistas ha encabezado en los últimos años todas las iniciativas contra la patronal y la burocracia.


 


El agotamiento de la conducción de Cirielli es el resultado de un deterioro sistemático del salario que ha perdido más del 20% de su valor desde el arribo de Recalde a Aerolíneas Austral.


 


El aumento de la productividad, sin incorporar personal (desde la “estatización” pasamos de 5 a 10 millones de pasajeros por año) y la flexibilidad laboral ha llegado a límites insoportables, con actas destructivas del convenio firmadas a espaldas de los trabajadores, que la empresa aplica con aprietes y suspensiones.


 


Los técnicos tributamos de dos a tres salarios por año en concepto de “Ganancias”. En Hangares de Ezeiza sufrimos el despido de siete compañeros por denunciar el vaciamiento de los talleres que Cirielli se negó a defender, porque no eran de su “palo”.


 


Como todas las burocracias aeronáuticas, Cirielli apoyó la nacionalización trucha. Luego de su renuncia como mano derecha de Jaime en el Ministerio de Transporte, se pasó a la oposición derechista, criticando a La Cámpora pero como lobbista de una privatización futura. Nunca tomó una sola medida de fuerza y firmó al pié todas las paritarias a la baja que acordaban los oficialistas de la Fapa. Sus acuerdos con la patronal siguen firmes. Recientemente, se asociaron en el traslado de un activista opositor, postulado para delegado en su sector.


 


No es diferente la situación en el resto del gremio. LAN sufre despidos y una paritaria vencida hace cuatro meses, producto del aislamiento a consecuencia de la creación de un sindicato de empresa formado luego de la expulsión de un sector de la burocracia. Ni Apta ni el nuevo sindicato se interesan por la situación de los técnicos de LAN, enfrascados en disputas por la representación, buscando el desgaste uno del otro para beneficio de la patronal chilena.


 


Fadea (ex fábrica militar de aviones), estatizada luego del vaciamiento de la Lockeed, se encuentra al borde de la paralización, sin proyectos para un complejo industrial que ocupa a casi 1.000 técnicos, verdadera caja negra de La Cámpora cordobesa, con una trayectoria de persecuciones fascistas al activismo que Apta ha dejado a la deriva, lo que también concluyó en la formación de un sindicato patronal, en el que se obliga a revistar a los trabajadores.


 


Los controladores aéreos, que protagonizaron una importante lucha para expulsar a la Fuerza Aérea de las torres, también fueron entregados con promesas nunca cumplidas.


 


El proceso de vaciamiento de Apta ha sido enfrentado por un bloque de delegados combativos que se fue fortaleciendo y ampliando en cada plenario. Rechazando la firma de paritarias a la baja, movilizándose al gremio, reclamando con centenares de firmas la asamblea general, constituyendo una Comisión en defensa de los técnicos despedidos. La burocracia, que sólo ganó por un voto la aprobación de la última paritaria, dejó de convocar a plenarios. Su aislamiento es doble porque los delegados que históricamente le respondían se han dividido, constituyendo una lista con apoyo de la patronal que debutó llamando a carnerear el paro del 31 de marzo.


 


Se presenta una enorme oportunidad para terminar con la burocracia. La campaña sucia de ambas fracciones de la burocracia es observada con desconfianza por los técnicos.


 


El Frente de Delegados y Activistas es el único que presenta un pliego de reivindicaciones para movilizar al gremio. En su carta de presentación el 1° de Mayo plantea “la ausencia de democracia sindical es propio de una conducción que, atada por sus compromisos con la patronal, no quiere enfrentarla y actúa siempre a espaldas de los afiliados para desorganizar la lucha de los trabajadores”.


 


La oposición combativa está integrada por luchadores históricos que encabezaron las tomas contra el vaciamiento de Marsans y por una camada de jóvenes delegados y activistas que han tomado con entusiasmo la tarea de reconstruir Apta sobre nuevas bases.