Luego de diez días de lucha, con cortes de calle, bloqueos de edificios, movilización al edificio de Telefónica en Puerto Madero y un acampe frente al emblemático Edificio República de Telefónica, los tercerizados directos de Elecnor lograron la reincorporación de todos los trabajadores. En una asamblea, fue aprobada el acta firmada por los representantes de Uetel (sindicato que agrupa a los tercerizados) con Telefónica y Elecnor. El acta plantea mantener todos los puestos de trabajo sin rebajar las condiciones laborales ni salariales conquistadas por los compañeros.

Al no renovar el contrato con Elecnor, Telefónica pretendía que los trabajadores “directos” se dividieran en varias subcontratistas (tercerizar a los tercerizados) para que abandonen el sueldo fijo a cambio de otro por producción (determinado por la cantidad de altas de líneas, averías reparadas, etc.). Las subcontratistas son un negociado montado por las propias empresas, que obligan a los trabajadores a pagar la nafta de los vehículos y cobrar una parte en negro, sin cargas sociales, donde ni siquiera se respeta el convenio de la Uocra en el que están encuadrados los compañeros.

Esta lucha por las condiciones de trabajo logró mantener la unidad y reforzar la organización de los trabajadores de Elecnor, que han elegido delegados y puesto en pie un sindicato.

Los compañeros, empujados a la calle y a la lucha, reclamaron el pase a planta permanente y al convenio telefónico. Pusieron el tema en discusión, instalando el conflicto en los medios, pero faltó un actor fundamental: el sindicato telefónico (Foetra). A pesar de la enorme solidaridad obrera expresada en las asambleas en el Edificio Republica y en la presencia de decenas de delegados y activistas, el sindicato no se hizo presente en ningún momento. Ello, cuando las tareas que realizan los tercerizados figuran claramente descriptas y encuadradas en el convenio de Foetra. Otra oportunidad perdida para avanzar sobre el tercerismo del gremio. La reincorporación de todos los compañeros de Elecnor es un triunfo de la tenaz lucha de los trabajadores. Se abren nuevas perspectivas para los tercerizados. Esta lucha sigue.