Hace más de 80 días que los trabajadores técnicos del hospital Posadas están en paro por tiempo indeterminado, reclamando el pago de la función específica que realizan.

Este conflicto tiene más de dos años de duración, cuando los trabajadores comenzaron a organizarse para exigir su reclamo postergado por mucho tiempo. Ante las constantes negativas de la dirección del hospital y de las autoridades ministeriales, los compañeros decidieron en asamblea desarrollar esta medida de lucha que está a punto de cumplir tres meses.

La realidad laboral del Posadas es desastrosa. El 70% de los trabajadores es contratado, ¡incluso algunos desde hace más de 20 años!, no existe carrera para los no profesionales, las horas extras se pagan al 50% del valor de una hora común, no hay pago de antigüedad, hay médicos monotributistas, etc. Estamos en el reino de la precariedad laboral.

La lucha de los compañeros técnicos ha puesto en evidencia la precaria realidad laboral de todos los trabajadores del hospital por un lado, y lo acentuado del estado calamitoso de la salud pública (el hospital atiende a la población de toda la zona oeste del conurbano bonaerense).

La responsabilidad directa de las autoridades del hospital, del Ministerio de Salud, también del gobierno nacional (el hospital es nacional por un decreto del ex presidente Kirchner), es incuestionable. El deterioro de la salud y la realidad que hoy tenemos en el hospital no es responsabilidad de los trabajadores; por el contrario, es producto de una política de precariedad que se ha mantenido y acentuado en los últimos años bajo este gobierno “nacional y popular”.

Este conflicto debe concluir, pero a favor de los trabajadores. Si triunfan los técnicos es un gran paso para el resto de los trabajadores del hospital y, por supuesto, es un paso adelante en la defensa de la salud pública. El círculo de estatales del PO y la Agrupación Violeta de ATE han lanzado una campaña para que todos los gremios (siete) del hospital se pronuncien y tomemos medidas activas (convocatoria a asamblea general conjunta, paro general de todo el hospital, marchas conjuntas al ministerio) para que se triunfe. Contra la huelga de los técnicos en curso, sectores K han tratado de asimilarla a un movimiento golpista o un ataque solapado a la salud pública. Por el contrario, los técnicos están a la vanguardia de la lucha por su defensa.

Todo el mundo debe pronunciarse en apoyo a esta huelga, reclamando al gobierno K que vuelque los fondos necesarios. La intendencia sabbatellista de Ghi en Morón, al igual que Descalzo en Ituzaingó o Acuña en Hurlingham no han abierto la boca, a pesar de que son los vecinos de estos distritos los que ven postergada su atención sanitaria.