La ocupación de Emfer es el punto más relevante de una tendencia de lucha que recorre a la base metalúrgica y a una fracción de los delegados El cuadro de despidos, suspensiones y flexibilidad, también afecta a Sie­mens, Danargen, Bosch y otras autopartistas.

A mediados de mayo, un Congreso de Delegados de la UOM propuso una movilización, pero el secretario general, Yáñez, bloqueó la discusión. Esto generó una extendida polémica.

Pero el siguiente Congrego, una semana antes de la ocupación de Emfer votó una marcha para el 17 de jumo y se impuso que los Congresos sean mensuales. Mientras la directiva se descompone (la Lista Azul está dividida), hay un proceso de renovación de delegados y está madurando un reagrupamiento opositor.

La lucha de Emfer concentra hoy la posibilidad de frenar la ofensiva de las patronales. La ocupación, como respuesta a los despidos, se mostró como la gran arma de los trabajadores. Hay que asegurar el triunfo.

Que la UOM convoque ya a un Congreso de Delegados para resolver un inmediato paro y movilización de toda la Seccional a la planta, contra cualquier maniobra de cierre de la patro­nal.

Reincorporación de todos los suspen­didos. Reparte de las horas de traba­jo sin bajar el salario.

Apertura de los libros de la empre­sa. Garantizar la continuidad de la producción bajo control de los traba­jadores. Todo el parque ferroviario ne­cesita renovarse. Hay trabajo para todos.

Revisión de los contratos entre TBA (que controla Emfer) y el gobierno. No al aumento del boleto ferroviario.

Por un inmediato paro activo nacional.

El movimiento obrero zonal debe avanzar en la conformación una Mesa Coordinadora para respaldar esta lucha y todas las que se avecinan.