El 25 de noviembre se realizará la asamblea general de afiliados, para votar la memoria y balance de 2007 al 2010 y elegir la junta electoral que organizará las elecciones del año que viene.

Arrancan violando el estatuto, que dispone una asamblea anual y no cada cuatro años. La memoria no incluye el 2011, para disimular el derrumbe imparable del ongarismo. No hay mención al descuento compulsivo -e ilegal- del 0,5% a los no afiliados; no se dice una palabra sobre el escandaloso negociado de los delegados de AGR, miembros de la directiva escrachados por la cámara oculta de Clarín; tampoco hay nada sobre el despido de 140 trabajadores del diario Crónica, una entregada histórica de los delegados verdes que aún vegetan en la conducción del sindicato.

Conflictos como el de FP o Celomat son presentados como ejemplos del “fortalecimiento de la organización” impulsados por el gremio cuando, en verdad, para imponer su sindicalización esos talleres tuvieron que enfrentar a la conducción verde, aliada invariablemente con las patronales.

¿Y la Obra Social?

La lista de omisiones y falsificaciones es larguísima, pero sin dudas la más evidente es la que se refiere a la obra social. Esconden el desastre: desaparición de prestadores zonales, declinación de la Ciudad de la Vida, reducción de los descuentos a los jubilados, vaciamiento de la farmacia, despido o huida de médicos y enfermeras, no pago al personal de limpieza, turnos sobrecargados, la deuda que no para de crecer y que ya llegaría a los 60 millones de pesos. Esos son los indicadores más elocuentes del deterioro por el que rodó la cabeza de Avellaneda, a quien se le sigue pagando el sueldo mientras los empleados están cobrando en cuotas.
De esta bancarrota no fue responsable sólo un hombre, sino toda una conducción que, por otro lado, es la misma que con “retoques” sigue al frente de la obra social.

Un gremio destruido

Nuestra escala salarial se encuentra entre las más bajas del movimiento obrero. Las categorías datan de 1975. No se consulta a las bases. No se tomó la menor iniciativa para combatir el trabajo en negro y la precarización laboral. El abandono en que se encuentran la mayoría de los talleres es total…

Este es el único “balance” de la Verde luego de 45 años (¡45 años!) de conducción: un gremio destruido.

La importancia de participar de la asamblea

La participación en la junta electoral por parte del activismo opositor concentra todos los problemas, porque sería el primer paso para quebrar los fraudes electorales históricos. Ese es el propósito de la propuesta de junta electoral con representación proporcional que llevaremos el 25.

Llamamos a todos a acompañar esta propuesta. A los jubilados, a hacerlo en defensa de la salud, de la lucha por el 82% móvil y del patrimonio histórico del gremio hoy amenazado. A los trabajadores de la OSPG, para terminar con el sindicato-patrón que los explota. A los militantes y simpatizantes honestos de la Verde, en especial a su juventud, para que se imponga la decisión de la base. A todos los gráficos, para despejar la lucha por la estabilidad, el salario, las categorías y las condiciones de trabajo.

Llamamos, por último, a las agrupaciones opositoras, a la agrupación Clasista Gráfica, a la Villaflor, a las comisiones internas independientes, a coordinar la asistencia a la asamblea y presentar un combate común por la democracia sindical.