El martes 18 hay un paro activo provincial en Córdoba decretado por el Cta y el Moas (Moviomiento de Organización y Acción Sindical). El paro concentra innumerables movilizaciones y luchas que se están desarrollando en toda la provincia como resultado de dos factores: el primero, el total derrumbe de las finanzas provinciales, con docentes, jubilados, judiciales y municipales que todavía no han cobrado sus sueldos; el segundo, la crisis industrial y comercial (fundamentalmente entre los autopartistas y terminales automotrices pero también en la alimentación, el calzado y los talleres metalúrgicos) que ha provocado un tendal de despidos y suspensiones. El gobierno ha agravado la crisis de conjunto al desviar los fondos públicos al salvataje de los bancos provinciales y a cumplir sus compromisos con los grandes bancos internacionales.

El derrumbe radical en Córdoba es todavía más grave si se considera que el gobierno provincial ha contado sistemáticamente con el sostén de la “oposición” justicialista y de la burocracia sindical, que se negó hasta el final a la convocatoria de una lucha común. El paro fue arrancado por la enorme presión que viene de abajo, en particular de los docentes que han declarado el paro por tiempo indeterminado.

El paro que la burocracia no pudo frenar es la base para preparar la huelga general e intervenir a fondo en la crisis política que se ha abierto con el hudnimiento de la provincia y su gobierno.