Sindicales

29/11/2007|1019

Toyota: “Sin decirlo, Rodríguez, ya firmó el pacto social”

— ¿Cuál es la situación en la fábrica?


— Hay una situación de bronca generalizada por diferentes factores. Uno es el convenio que el sindicato arregló en abril de 2006; para lograrlo realizamos un plan de lucha (quite de colaboración) durante dos semanas. Rodríguez lo presentó como un exitazo, pero en realidad ni siquiera cubre la inflación. En total es un 40% de aumento, escalonado de la siguiente manera: abril del año pasado, 19%; agosto, 3%; enero de este año, 2%; el resto (16%) recién en marzo y abril de 2008. Hay categorías que no cobran ni 100 pesos de aumento. Podemos decir que, sin nombrarlo, el “Gordo” Rodríguez ya impuso por dos años el pacto social.


Otra cuestión importante es la tan remanida lucha por el plus salarial. La empresa nos propuso que, a cambio de trabajar seis sábados enteros (a la mañana) y diez minutos diarios de lunes a viernes durante esas seis semanas, cobrábamos en enero 3.000 pesos. Intervino el sindicato con el cuento que iba a lograr un acuerdo por otros 3.000 pesos. Lo cierto que “gracias” a la intervención de Rodríguez esos seis sábados se convirtieron en siete, el plus absorbe un premio anual que Toyota ya entregaba anteriormente y a ese premio se les hacen todos los descuentos sindicales (cuota, obra social, etc.) Teniendo en cuenta todos los recortes, el refuerzo salarial no llega a los 900 pesos. A todo esto hay que agregarle que si faltamos en uno solo de los días mencionados nos descuentan el 20%.


La tercera cuestión conflictiva es el tema de los ritmos de producción. Para que tengas en cuenta, la línea en la que yo trabajo tenía un recorrido de 4 minutos 20 segundos; ahora hacemos el mismo trabajo en 2 minutos 50 segundos, un aumento de casi el 100%. Esto, más allá de las superganancias que significan para la empresa, ha traído prácticamente una “epidemia” de varicocele y hernia de disco, en un plantel obrero que tiene un promedio de edad de no más de 22 años. En la fábrica tenemos una frase: “la muerte y trabajar en Toyota no se le desea a nadie”.


— ¿Cómo se manifiesta esa bronca de la que hablás?


— En forma de grafittis, carteles y algunos volantes. Recuerdo un grafitti que decía “seamos solidarios, 3.000 para nosotros y 3.000 para el sindicato”. Es el sentimiento generalizado: que nos afanaron 3.000 pesos.


— El Partido Obrero lanzó una campaña por el doble aguinaldo. ¿Cómo lo ves?


— Creo que debería ser tomada como bandera de toda la clase obrera. El doble aguinaldo tiene que ser un derecho adquirido de los trabajadores. Con convenios como el que firmó Rodríguez, el salario hace la plancha contra una inflación galopante, aunque la quieran maquillar. Por otra parte, el plus salarial no es tal; es más explotación.