Sindicales

3/8/2006|957

Trabajadores de Prensa: Los únicos que no tuvimos aumento

La Naranja de Prensa

La conducción de la Utpba se jacta de no haber entregado ninguna de las conquistas que fueran logradas por años de lucha de los trabajadores de nuestro gremio. Todas ellas fueron conseguidas, claro, antes de que ellos llegaran al gremio.


Son unos caraduras. La conducción que dice que “no entrega las conquistas”, abandonó totalmente el terreno de la pelea por nuestros derechos, permite que las patronales hagan tabla rasa con los estatutos y convenios, que las seis horas no se respeten. Desde la crisis de 2001, jamás abrió la boca ni organizó la más mínima movilización para reclamar un aumento de salarios.


Ahora se mantiene en total silencio ante la oleada de reclamos salariales que han saltado como hongos en todos los gremios del país. Tienen el triste “privilegio” de ser la única dirección sindical que, en 22 años, jamás reclamó a las patronales que actualicen los salarios de convenio. Mientras los gordos de Moyano y los gordos de Barrionuevo consiguieron aumentos que llevaron los mínimos de sus gremios a cifras que, en el peor de los casos, superan los mil pesos, en prensa seguimos teniendo niveles ridículos de 630 para todas las categorías. ¡Y esto porque ese mínimo es el que fija por ley!


Enquistada en el sindicato desde 1984, la burocracia de la Utpba está anclada a los sillones discurriendo sobre “los males de la globalización” en cursos y seminarios diversos. Las patronales, muy contentas.


Esa política ha provocado la atomización del gremio; la resistencia quedó en las manos aisladas de los compañeros de cada medio. Es lo que pasó y lo que pasa con los compañeros de Perfil, Diario Popular, La Nación, El Cronista, América, Noticias Argentinas, Infobae, Crónica TV y La Prensa, entre otros medios. Han mostrado una enorme voluntad de lucha pero, como consecuencia del aislamiento, los aumentos que se lograron apenas compensan el deterioro más reciente de los salarios.


Más grave, claro, es el aislamiento al que la burocracia de la Utpba somete a los compañeros en conflictos mayores. En Télam no aparecieron en 38 días de huelga. En Perfil, medio país atendió la pelea entre Fontevecchia y sus trabajadores y el gremio está indignado por el ataque de Lanata al Estatuto. La conducción de la Uptba ni siquiera mandó un mail de solidaridad a los compañeros o de repudio a los ataques de Lanata.


Para luchar por el salario, el respeto a nuestros derechos, para volver a ser el gremio que peleaba unificadamente por el convenio, que se movilizaba contra los despidos y por la defensa de las fuentes de trabajo, hay que luchar por una nueva conducción sindical.