Sindicales

29/7/2015|1374

Trabajadores de Senasa rompen el techo salarial


Los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizaron medidas de protesta que incluyeron un paro por diez días a principios de julio y la amenaza de un paro de otros doce días, con corte de la autopista Ricchieri y bloqueos en el acceso al aeropuerto de Ezeiza.


El gobierno nacional desactivó esta medida convocando una “reunión de urgencia”, pero se vio obligado a pasar por alto su política de imponer un techo salarial del 27,4%, ya que se llegó a un acuerdo que incluyó subas que van del 37 al 47%, mediante adicionales y la promesa de regularizar la situación del trabajo precario.


Los reclamos se concentraron en dos puntos reivindicativos: por un lado, un resarcimiento salarial que contemple algún tipo de suplemento similar al que cobran los trabajadores de la Aduana o de la Afip, relacionado a la masa de importaciones agroalimentarias a las que estos trabajadores le realizan la certificación sanitaria. A ello se le sumó el pedido de regularización de cerca de 3.000 contratados.


Por otro lado, exigen que cese el proceso de vaciamiento, alegando que se impulsa a través de él la privatización de las tareas, reduciendo el rol del Senasa de controlador a auditor. No hubo, sin embargo, avances en este pedido.


Este proceso de vaciamiento de sectores estatales vinculados con los procesos productivos se viene dando a gran escala: así lo denuncian también trabajadores del Inti, Inta, CNEA, Atucha y otros.


En el propio Inti también hay un vivo proceso de lucha por recomposición y equiparación salarial. Aquí, mientras desde la Naranja y las asambleas de centros se viene impulsando el pedido de un 35% de función específica para todos, la Verde (que dirige la Junta Interna) busca perpetuar, junto con la patronal, el manejo punteril de esos adicionales.


El conflicto del Senasa afectó directamente al sector de la carne. Los frigoríficos se excusaron en estas medidas para adelantar vacaciones y para aumentar los precios. Esconden la grave crisis del sector que el año pasado se llevó más de 30.000 puestos de trabajo y continúa este año con el cierre de Cresta Roja y El Maná, de Oncativo.


Como indicó Raquel Blas, candidata a secretaria general de la Bermellón, en un comunicado de prensa, fue un triunfo también del método de la huelga general impulsado desde las asambleas, que se opone por el vértice a la política de la conducción de ATE de realizar paros aislados y testimoniales, sin planes de lucha. La directiva verde, a pesar que los delegados de Senasa forman parte de esa lista, no aportó nada para garantizar el triunfo. Era una oportunidad para extender el reclamo a todos los estatales, pero no convocó ninguna medida de solidaridad ni plenarios de delegados, ni siquiera intentó visibilizar el conflicto.


Como también se demostró en ATE Mendoza, conducida por la Naranja, es posible alcanzar triunfos; hace falta otra dirección y otros métodos. Este 2 de septiembre votemos a la Lista Bermellón.