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La Confederación de Trabajadores Municipales de la Republica Argentina (CTMRA), recientemente conformada e integrada a la CGT de Moyano, realizó el miércoles 4/8 una jornada nacional. Más de diez mil municipales se movilizaron a la Federación Argentina de Municipios (FAM), en capital. Hubo también manifestaciones y cortes de ruta en otras provincias y el interior de Buenos Aires. El reclamo central fue la inclusión de los municipales en la Ley de Salario Mínimo. La Federación bonaerense, Fesimubo, reclamó además la derogación de la 11757, la reposición del 3% por año de antigüedad, y la paritaria provincial.

Que se reclame la inclusión en el salario mínimo, hoy en 1.700 pesos, es la evidencia lapidaria de la miseria salarial de los municipales, y una manifestación de la complicidad de la burocracia con esa situación. El secretario general del STM de Bahía declaró: “Pretendemos que los compañeros tengan su salario mínimo, vital y móvil, sobre todo en localidades vecinas que están por debajo de ese valor. En el caso de Bahía Blanca, donde superamos ese monto, tenemos la problemática del uso de determinadas figuras para tomar personal precario y pedimos la recuperación económica de la antigüedad” (LNP, 5/8). Sólo se pide la garantía de un mínimo que está en el 30% de la canasta familiar, que no es vital ni es móvil, y que se discute en un Consejo en el que los trabajadores somos de palo.

Una nueva reunión del Fesimubo ratificó esta política resolviendo una concentración en el municipio de San Miguel para el 27/8, en el que hay una lucha por el pase a planta de los contratados. El “Cholo” García, secretario general, contrapuso esta justa reivindicación a cualquier reclamo salarial.

En la provincia los básicos van de 700 pesos a un máximo de 1.500 pesos. Los gremios que han salido a luchar en sus seccionales han arrancado como mucho un 20%, pero la inflación va a superar cómodamente el 30%. Hace falta un reclamo salarial para todos: 2.000 pesos de básico inicial, y que se convoque la paritaria provincial. Los 10.000 compañeros movilizados muestran la fuerza que podría apoyar estos reclamos.

Sin embargo las movilizaciones aisladas como la del 4/8 son un ritual de la burocracia kirchnerista del Fesimubo. En el acto se elogiaron al gobierno nacional, cargando sobre los intendentes con un reclamo insustancial: que se pague en los municipios el salario universal por hijo al mismo valor que en la nación. Pero el ajuste de los intendentes es el ajuste del gobierno nacional, y sólo con un plan de lucha se puede quebrar la resistencia del gobierno, y a los intendentes del FpV y de la oposición patronal que siguen el mismo libreto.

Que el Fesimubo convoque un Congreso de delegados de todos lo municipales in distinción de sindicato para organizar el plan de lucha. Que se hagan asambleas y se elijan delegados mandatados.

Lanzar ya mismo un paro de 48 como inicio del plan de lucha por 2.000 pesos de básico y todos los reclamos. La enorme movilización del jueves muestra que “la base está”, y la necesidad también.