Sindicales

30/4/2003|798

Transporte del Oeste

Los trabajadores de TDO desbarataron, una vez más, un ataque contra su fuente de trabajo. La tentativa de embargar el 30 por ciento de la recaudación, dispuesta por una orden judicial, por un juicio que mantiene la empresa con la DGI, tropezó con la resistencia de los compañeros, quienes se plantaron frente a las oficinas de la empresa e impidieron que el oficial de Justicia pudiera llevar adelante su cometido.


Los embargos y ejecuciones hipotecarias se vienen reiterando con mayor frecuencia y es una señal inconfundible de que la empresa tiene los días contados. En medio de este cuadro, se ha acentuado la disputa capitalista para tratar de quedarse con los pisos (la concesión de los recorridos). Por un lado, hay un sector de socios desplazados que han planteado frente a la justicia la remoción del actual directorio y que pretende quedarse con el control de la línea. Por el otro, viene operando la 216 (La Perlita) quien, en complicidad con la Uta, tiene interés de absorber la línea, como ya ha hecho con otras empresas quebradas en la zona. Asimismo, existen intereses locales en la órbita de cada municipio (como en el de Morón) que pretenden precipitar el desmembramiento de la línea y apropiarse del recorrido comunal. Todas estas variantes han tratado de hacer pie por diferentes medios en sectores del personal, con promesas de todo tipo, que incluían desde garantías para los puestos de trabajo hasta inyección de recursos y la provisión de nuevas unidades. En este torneo de promesas se ha sumado la actual patronal, quien por boca del directorio, ha salido al ruedo anunciando la inminencia de un nuevo gerenciamiento que iría acompañado de aportes de capital. Este tipo de anuncios, la patronal ya los ha hecho en otras oportunidades, que después terminaron en la nada. Todo indicaría que se trataría de un nuevo verso destinado a ilusionar al personal con una salida que no existe y salir al cruce a otros intereses capitalistas que están trabajando por hacer caer la empresa. No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que nadie va a invertir en una empresa fundida como es TDO.


Cualquiera sea la alternativa empresaria que se baraja, incluida la del actual directorio, tienen como común denominador un recortamiento drástico del personal y la desaparición de los recorridos menos rentables. Como bien lo confesaron dirigentes de la Uta, el punto de partida es que los recorridos que en la actualidad se llevan adelante desde el conurbano hasta la Capital se supriman, con lo cual de entrada, varios centenares de compañeros quedarían en la calle. Ni hablar en el caso de que se proceda a desguazar la línea.


En contraste con la opinión empresaria que cuenta con la complicidad de la Uta (vulgar testaferro de la patronal), el cuerpo de delegados de TDO ha puesto de relieve que no sobran choferes sino que faltan unidades. El cálculo de los compañeros es que para brindar un buen servicio haría falta duplicar las unidades en circulación, es decir, pasar de las 121 unidades actuales a 247. Con ese número de unidades en la calle, habría un promedio de tres trabajadores por unidad, lo que responde a los parámetros que son considerados apropiados en la materia, a lo que habría que agregar el personal destinado a tareas de control y mantenimiento. Quien sobra y debe ser desplazada, por lo tanto, es la patronal, responsable del vaciamiento de la empresa y no los trabajadores.


Como resultado de la movilización realizada en estos últimos meses, se ha logrado arrancar al subsecretario nacional de Transporte una agenda de reuniones que culminará con una reunión conjunta entre representantes de la empresa, del sindicato y del cuerpo de delegados de TDO, en la que se discutiría una salida para la empresa. El subsecretario se comprometió a estudiar la factibilidad de una intervención por un lapso de 90 ó 120 días, que es la demanda que elevó la delegación de TDO como régimen transitorio, mientras se avanza en una solución definitiva al conflicto a través de la sanción de una ley de expropiación y la entrega de la línea a sus trabajadores. En vistas a esa reunión, el cuerpo de delegados de TDO se comprometió a hacer entrega de los antecedentes que obran en su poder sobre el desarrollo del conflicto, así como un plan de corto y mediano plazo dirigido a rehabilitar la línea.