Sindicales

5/9/1996|509

Transportes Del Oeste: Victoria de los luchadores

El jueves 22 se realizaron elecciones de delegados en la empresa Transportes del Oeste. Votaron 600 trabajadores que reeligieron a la dirección que dirigió el último gran conflicto por el 70 por ciento de los votos.


La lista ganadora fue verdaderamente plebiscitada, pues el 90 por ciento de los choferes que votaron apoyaron la lista de los dirigentes del conflicto. La lista opositora recibió el abierto apoyo de la patronal, quien puso a disposición micros de la empresa para que votaran los sectores administrativos, inspectores, personal de las áreas técnicas y hasta socios en horas de trabajo, para impedir, por lo menos, una victoria aplastante.


La elección marca una notable evolución en una importantísima cantidad de trabajadores, a partir del desarrollo del conflicto. Allí se vivió intensamente una experiencia de lucha donde los intervinientes quedaron marcados a fuego. Para muchos, quedó grabado que el conflicto fue precedido por una paciente explicación de los delegados, por medio de reuniones y asambleas, de los alcances de la aplicación del convenio Fiat-Smata en el transporte, y de que había que librar una gran lucha para impedir los atrasos en los pagos, pues éstos eran una forma velada de rebaja salarial, los intentos de tercerización de las áreas técnicas y el desconocimiento del convenio de UTA, y para imponer en la empresa el trabajo a destajo.


Esa lucha emprendida, donde se realizaron piquetes de huelga, ollas populares, donde se apeló al mismo público usuario, a los trabajadores de otras líneas, a delegados y activistas de muchas fábricas y a las permanentes asambleas generales para debatir los pasos a seguir, desnudó a fondo el carácter patronal del Ministerio de Trabajo, pues durante el propio conflicto se desconoció en asamblea una ‘conciliación obligatoria’ recomendada por la patronal para reventar el conflicto; lo mismo se hizo cuando después de una semana de gran huelga, se desconocieron las decenas de despidos que buscaron, por otra forma, quebrar la misma. La propia lucha, que alcanzó una importancia nacional, obligó a la intervención del gobierno provincial y de la plana mayor de la dirección de UTA hasta que se obtuvieron el 100 por ciento de las reivindicaciones, incluidas, además del pago y la reincorporación de todos los compañeros, los días caídos durante el conflicto.


Los nuevos desafíos


La nueva interna es una selección de compañeros elegidos en un plenario de más de 70 activistas de la lista, donde los criterios de selección fueron los de encomendar los nuevos desafíos de la interna a los compañeros que más se destacaron y que adquirieron mayor experiencia y fogueo en el propio conflicto.


Una expresión clara de esta selección es que en un volante aprobado en el plenario de la lista, antes de la realización de las elecciones, se planteó un programa reivindicativo para defender luego de ser electos, donde lanzan una clara advertencia a la patronal sobre puntos muy sentidos por los trabajadores de la línea. La nueva interna se plantea impedir la tercerización de los talleres que se sigue manteniendo como un propósito de la empresa, que le permitiría rebajar un 40 o 50 por ciento el sueldo de un sector importante de trabajadores del área técnica. La interna se plantea un plan de reclamos muy firme sobre la efectivización de los compañeros contratados y solucionar el atraso en los horarios y las condiciones de trabajo. Dando plazos prudentes, pero vencidos ellos, los reclamos serán acompañados de asambleas y medidas necesarias para obtenerlos.


Un aspecto muy importante del programa presentado por la lista elegida va más allá de los reclamos internos de la empresa. Los nuevos delegados han comenzado ya una campaña alertando y armando a los compañeros para emprender una lucha salarial. Consideran que desde el mismo gobierno se ha lanzado una política de suba de la canasta familiar a través del aumento de los combustibles y alertan de que si hay un aumento del boleto van a plantear un reclamo salarial en la empresa, en la delegación y en los plenarios de delegados del gremio.


Otro aspecto importante del programa de la nueva interna es una campaña a fondo para que se convoque a las paritarias del gremio, con delegados elegidos en asamblea, para impedir que se aprueben los 64 puntos que reclaman las patronales del transporte, y donde los trabajadores elegidos en asamblea elijan y luchen por su propio programa de reivindicaciones, haciendo valer los convenios colectivos.


La elección de la nueva interna es un verdadero voto de lucha contra los intereses de las grandes patronales. La ratificación en los votos de internas que encabezan grandes luchas son, antes que nada, triunfos ideológicos, pero además son una clara advertencia a la burocracia sindical de que el movimiento obrero en la Argentina tiene sus reservas intactas y está dispuesto a defender sus intereses con un método y con un programa, formando, en cada lucha, decenas de activistas, como los han formado los trabajadores del TDO.