Tres meses de lucha en el Inti

Agrupación Naranja del Inti

El pasado 26 de abril, al cumplirse tres meses de los despidos en Inti y tras el fracaso de la mesa negociadora de la patronal y ATE, los trabajadores votamos en asamblea retomar el plan de lucha. Se resolvió un corte de la General Paz para ese día, que fue reprimido, y un cronograma de acampe y actividades por 48 y 72 horas para esta semana y la siguiente.


Inicio del conflicto



El 26 de enero, ATE anunció que habría 258 despidos. Desde la Naranja impulsamos asambleas sectoriales y, sobre la base de una preparación política previa, iniciamos una profunda deliberación que provocó, esa misma tarde, una movilización de mil trabajadores en la puerta del local de ATE. Con la firme decisión de ganar la calle contra los despidos, los trabajadores del Inti cortamos ese día la General Paz y luego resolvimos en asamblea la permanencia en el instituto.



Las autoridades decretaron un asueto (lock-out) que se extendió por dos semanas, con el objetivo de aislar a los trabajadores que permanecían dentro del predio. Por el contrario, el acampe fue el escenario de una de las experiencias más conmovedoras de esta lucha, reuniendo a más de mil trabajadores diariamente y despertando una simpatía creciente de la población. Alambrado de por medio, enfrentamos la lluvia de telegramas, las acusaciones públicas, y definimos los pasos a seguir en cada instancia. Las asambleas de cada sector y la asamblea general fueron dos de los núcleos organizativos y deliberativos del conflicto.


Paro, permanencia y acampe



Ante el fracaso del aislamiento que pretendían con el lock-out, la patronal levantó el asueto. La reapertura fue recibida por una asamblea de 1.200 trabajadores que resolvió el paro total, manteniendo permanencia y acampe. Se iniciaba una nueva etapa en el conflicto.

El acampe del Inti se convirtió en un centro de organización y de discusión política de un importante sector de los trabajadores y de la población. Desde la Naranja impulsamos la comisión de familiares y amigos, que jugó un papel central, sosteniendo actividades durante los 47 días de acampe.


Nuevo golpe patronal: descuentos masivos



Marzo comenzó con un ataque patronal inédito en el Inti: descuentos del 40% del sueldo de febrero a más de mil trabajadores bajo el falso ítem “ausente injustificado”, el cual pretendía presionar por vía del fantasma de ser causal de futuros despidos. A pesar de la amenaza de nuevos descuentos para abril, las medidas se mantuvieron por ocho días más.



A los 47 días, la Junta interna de ATE (de la lista Verde, ligada a “Cachorro” Godoy) propuso suspender todas las medidas a cambio de una supuesta oferta patronal: 45 reincorporaciones inmediatas, 20 días hábiles para discutir los restantes casos y la devolución de los descuentos. Desde la Naranja propusimos acudir a esa convocatoria, pero manteniendo las medidas de lucha y rechazamos las condiciones planteadas para la “mesa”: ninguna negociación contra los ajustadores puede avanzar con los trabajadores inmovilizados. Además, la propuesta tenía la limitación de que no estaba formalizada por escrito, por lo que era un terreno de maniobras para la patronal. En asamblea dividida, se resolvió recorrer esa experiencia.



El levantamiento del paro encontró sustento en la política patronal de desgaste y la incapacidad de las direcciones de ATE (Nacional y Capital) para afrontar el golpe de los descuentos, ya que eludieron realizar las presentaciones legales correspondientes y además se negaron a realizar aportes significativos para contrarrestar los descuentos.


La mesa de “negociación”



Durante 30 días de “negociación”, no hubo reincorporaciones ni devolución de descuentos. Por el contrario, la patronal avanzó en el control del predio: vallaron la zona de acampe, contrataron seguridad privada, desplazaron a directores que apoyaron la lucha y abrieron retiros voluntarios. Bajo la amenaza que toda acción hacía “caer las negociaciones”, la paz social fue la política de la Junta Interna de ATE, llevando el conflicto a un impasse.



La pretendida normalización del instituto fue combatida con una deliberación constante en los sectores y con la presencia de los despedidos dentro del Inti. Por otro lado, la reinstalación por la vía judicial de 21 delegados (diez de la Naranja) ha sido un elemento moralizador y un punto de apoyo para seguir luchando.


Nueva etapa del plan de lucha



La “negociación” no era más que una mesa de rendición. Esta comprensión y la importante reserva de lucha de los trabajadores ha replanteado el cuadro general del conflicto.



Se abre una nueva etapa. Los trabajadores del Inti seguimos enfrentando la ofensiva integral de las autoridades, como parte del ajuste de Macri y los gobernadores. Las posibilidades de ganar esta lucha siguen planteadas y se ven reforzadas por la propia política del gobierno que empuja a nuevos trabajadores a luchar contra el ajuste y los despidos en masa. Vamos por la reincorporación de los despedidos, la devolución de los descuentos y contra la reestructuración del instituto que implica su desguace y privatización.