Sindicales

11/5/2000|665

Tres victorias en dos semanas

El 14 de abril la Naranja triunfaba con 87 votos contra 80 de la Verde en las elecciones generales del gremio en Quebecor. Teniendo en cuenta que algunos compañeros fueron fiscales fuera del taller, el triunfo fue todavía algo mayor. Aun así, llamó la atención la cantidad de votos de la burocracia basados en un enorme trabajo clientelista mediante viajes, excursiones, asados gratuitos, prebendas en Obra Social, etc., típicas de la llamada “agrupación verde” de la ex Perfil, otrora bastión de la lista Verde ongarista.


Confiada en este “esfuerzo” de la caja de todos los gráficos, la Secretaría de Organización postergó las elecciones de delegados para una semana después de las generales. El 17 de abril, la asamblea general de fábrica discutía el método de elección de delegados: la moción naranja triunfó por 57 a 34 a la mañana y en un porcentaje similar a la noche.


El 24 de abril, día de la elección del cuerpo de delegados, la Verde no se presenta y llama a no votar. Ante la masiva concurrencia a respaldar la organización sindical, convoca al voto en blanco y obtiene el 29% contra el 71% (más de 130) de los candidatos naranjas, que componen así la totalidad del cuerpo de delegados de la fábrica, votado por el 100% de los presentes ese día.


Lo anticipamos en el balance electoral. El naranjazo del 14 de abril fue el primer capítulo de un vasto proceso político que puede acabar con la burocracia ongarista en la práctica, antes de que se le agote el mandato.