Sindicales

3/11/1994|431

Trinter: Brutal aplicación de la flexibilidad laboral

Con el verso de que es necesario mejorar la competitividad del producto, debido a la apertura del mercado, la patronal de Trinter está aplicando desde hace tres meses un régimen de superexplotación.


En Trinter se trabaja con el régimen de células; una vez por semana se llama a los compañeros a reuniones para discutir cómo “mejorar la forma de trabajo y se aplican nuevas técnicas productivas, y como la fábrica es problema de todos, tenemos que buscar la manera de mejorar y participar”.


Hace más de tres meses, la patronal explicó que se iba a modificar la forma de trabajo porque Autolatina y Sevel pedían más cajas que las que se enviaban, de lo contrario las importarían.


Para esto había que bajar los costos, consiguiendo materia prima más barata, reduciendo el consumo y, por supuesto, “bajando el costo laboral”.


Los delegados dicen que no están de acuerdo con el aumento del ritmo de producción, pero no hacen nada para parar el avance de la patronal. Esto es lo que significa la nueva modalidad laboral y la reducción de costos:


1. Se producen 20 cajas más por día por operario.


2. Cada 15 o 20 días queda afuera un compañero, porque no puede adaptarse al ritmo de súper-explotación.


3. Se acoplan máquinas que antes eran operadas por 2 operarios y ahora por uno solo (pérdida de puestos laborales).


4. Se fusionaron puestos jerárquicos y se despidieron supervisores.


5. Los líderes tienen que venir a reuniones y esas horas no sólo no son pagas como extras, sino que son sencillamente gratis.


6. Los puestos son móviles, de acuerdo a las necesidades de la fábrica.


7. Los delegados han perdido parte de sus conquistas, pues ellos también están en las células.


Por todo lo que nos pasa, es real lo que plantea el Boletín Metalúrgico: hay que construir una nueva dirección a nivel nacional de la UOM y también en Trinter, para decirles BASTA, Basta de trabajo a destajo; que se llame a asamblea para discutir cómo hacer frente a esta brutal embestida de la patronal, que ya nos va dejando cada día más agotados.


A este nuevo régimen hay que rechazarlo, porque los únicos que ganan son los patrones, que han aumentado la productividad en un 87% y a nosotros ni un peso; lleva a la división entre los trabajadores, pues se incentiva lisa y llanamente a ser un buchón en las células; se pierde todo tipo de conquistas que han significado años de lucha, de generaciones anteriores y, por sobre todas las cosas, porque es inaguantable trabajar como un animal y cobrar como un esclavo: operario especializado, 2,80 pesos por hora.