El triunfo sin atenuantes de la Lista 2 provincial, con más de 2.000 votos, y la N° 3 nacional, con un 85% de los votos en Mendoza, no sólo implica el fortalecimiento de nuestro rumbo político, sino también un duro revés para el michelismo y sus aliados locales, que se limitaron a fiscalizar con militancia del MST, PCR y la directiva de judiciales.

La importancia de la elección de la CTA, se evidenció en la multiplicidad de ataques que recibimos desde los punteros del PJ provincial y su gremio amarillo (Sipes), pasando por la prensa y terminando con el intento de vaciar la elección por parte de los socios del michelismo.

Los docentes universitarios ligados al PCR decían a sus compañeros que no votaran. La directiva de judiciales, que venía negándose a parar a pesar de la mayoría de las asambleas, terminó largando el paro para el día de la elección. Un manotazo de ahogado, porque si el gremio no convocaba al paro, la lista N° 1 que ellos apoyan y llamaron a votar, iba a sufrir una paliza a manos de la lista N° 3 de la CSC del PO.

En los hospitales, los militantes de la CSC-PO se esforzaron por instalar la elección junto con los delegados de ATE, hubo escaramuzas e incluso tuvimos que defender físicamente la campaña expulsando del hospital central a los patoteros del PJ. Era demasiado, para el gobierno, que los delegados de hospitales ofrecieran una perspectiva política a la par de la lucha reivindicativa.

¿Por qué tanta saña en una elección de lista única? Rechazan el avance de una directiva que coloca a los trabajadores como eje de la transformación social, por lo cual defiende la independencia de clase y se comprometen con la lucha por la fusión del movimiento obrero y la izquierda. En este cuadro, el abstencionismo fue un crimen político que no melló la elección sino a sus mentores. En la lista N° 2 no existe lugar para los tibios.

La campaña del este provincial no tiene precedentes, decenas de estatales, judiciales, de salud, del activismo social se movilizaron para garantizar la elección y el triunfo del clasismo, la campaña ha dejado planteada la conformación de la seccional del este de CTA.

En Alvear y San Rafael las seccionales respondían a Micheli y la lista N° 1. En el primero la recuperamos por paliza. En el segundo se impuso la 1 por escaso margen.

La nueva directiva tiene un gran desafío: la unidad de la clase obrera detrás de sus reivindicaciones, la organización y combate de los trabajadores para recuperar los gremios o crearlos donde corresponda.

Apenas pasadas las elecciones, cuando en el local de la CTA una asamblea de casi 70 compañeros de la ex Vale votaba un plan de lucha por trabajo en la obra pública y poner en pie el Sitraic mendocino.

Ya está en marcha una reunión de Junta Ejecutiva ampliada y el plenario de delegados y activistas de la central para votar campañas contra el trabajo en negro, precario y los contratos en todo el Estado. Por la reapertura de paritarias en el segundo semestre. La lucha por las seis horas en todo el ministerio público de trabajadores judiciales y la conformación de un cuerpo de delegados provincial. Redoblar la campaña contra la criminalización de la protesta y por la libre acción sindical. El impulso y movilización de la central para llevar una masiva delegación de compañeras al encuentro nacional de mujeres en Salta, entre otros. También el impulso a la deliberación por el congreso de la izquierda y el movimiento obrero.

Ahora sí se entiende la desesperación del FpV, la burocracia, la centroizquierda y la izquierda sojera.

Víctor da Vila