El miércoles 10, luego de un parazo fulminante en Capital y Gran Buenos Aires, el Ministerio de Trabajo dispuso la conciliación obligatoria con los despedidos adentro en Multicanal, empresa del Grupo Clarín. El conflicto se desató ante la decisión patronal de cerrar las bases de Thames (Boulogne) y Lanús, despidiendo a 130 trabajadores y a los 6 delegados, con el argumento del cierre del establecimiento.

Multicanal tiene 3.500 trabajadores en todo el país. El cuerpo de delegados está compuesto por alrededor de 40 compañeros, agrupados en el SAT (Sindicato Argentino de Televisión), que denunciaron el ataque de la empresa como una maniobra dirigida a golpear la actividad gremial. Al mismo tiempo, rechazaron la caducidad de los delegados despedidos, porque Multicanal sigue funcionando.

La masividad del paro obligó al Ministerio a intervenir. En un último gesto desesperado, la patronal intentó maniobrar licenciando al personal durante la conciliación. La propuesta fue rechazada por la parte obrera. Los centenares de compañeros apostados en la puerta del Ministerio estallaron en cantos cuando finalmente la patronal reculó. A fin de mes culmina la conciliación. La empresa ha sacado carteles en los que amenaza con mantener los despidos. Los trabajadores han resuelto volver a la lucha si Multicanal no da marcha atrás.

El triunfo de los trabajadores de Multicanal se ha transformado en una caja de resonancias al interior del pulpo Clarín. Para los trabajadores de los diarios Clarín y Olé, que han festejado como propia la victoria obtenida, es una oportunidad para encarar con más fuerza aun la lucha que vienen sosteniendo contra el despido de su comisión interna. El triunfo de los trabajadores de Multicanal vuelve a mostrar que si se para, se puede ganar.