Después de más de 50 días de lucha, la Carpa de Desocupados de San Fernando logró su objetivo: se consiguieron los primeros 13 puestos de trabajo, se comenzaron a entregar los planes alimentarios y el 1º de diciembre se incorporarán más trabajadores desocupados de los censados por la Coordinadora. Por primera vez en el distrito, la organización propia de los barrios logró arrancar los ‘planes Trabajar’, cambiando su carácter de instrumento de manejo político a conquista propia.

Esta Carpa concentró a los desocupados de los tres barrios de San Fernando, y a los despedidos en lucha de fábricas de la zona. Reunió casi 500 firmas de apoyo, que incluyen comerciantes y pequeños industriales, abogados, organizaciones por los derechos humanos y artistas famosos (se hizo una obra de teatro en beneficio de la Carpa). Miles de estudiantes contribuyeron a sostenerla económicamente, junto a muchos otros aportes solidarios. Se realizaron asambleas y tres actos obreros, con la presencia de 200 compañeros, muchos de ellos pertenecientes a coordinadoras de desocupados de la provincia Buenos Aires. Treinta mujeres de los barrios llevaron la lucha al XV Encuentro de Mujeres, en Paraná.

Los grandes sindicatos y centrales obreras, sin embargo, estuvieron ausentes.

Pero la Carpa ha obtenido mucho más que los puestos: mostró la organización y la lucha independiente como única salida y por esta vía logró quebrar la política del gobierno municipal justicialista y desnudar a la oposición aliancista local, porque ningún oficialismo ha sido útil para los desocupados.

Por delante queda la organización de los delegados de las cuadrillas que trabajarán en los barrios, para asegurar y acrecentar lo conquistado (las primeras ingresantes han sido las mujeres); también, elaborar los planes de mejoras en los barrios, continuar la lucha por el subsido de $500 para todos los desocupados, y trabajar por una convocatoria de organizaciones de desocupados a un Congreso que vote un programa y una lucha común contra la política de Ruckauf en la provincia de Bs.As. y de De La Rúa-Alvarez en el país.

Esta lucha común de trabajadores ocupados y desocupados es la esperanza.

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