El viernes 12 los guardavidas lograron torcer el brazo del intendente Gustavo Genusso (Juntos Somos Río Negro), quien a través de una resolución decidió acatar la orden judicial e incorporar a los trabajadores hasta el cierre de la temporada. El principal saldo negativo de estos meses de incertidumbre y abandono fue la inseguridad que se vivió en las playas, donde hubo muchos siniestros, tanto en la costa como en el agua, que se pudieron haber prevenido.

El histórico triunfo comenzó a vislumbrarse el pasado 4 de febrero, cuando la Cámara Laboral Segunda validó la medida cautelar de la Asociación de Guardavidas de Bariloche. Según el fallo, el municipio debe reincorporar a todos los trabajadores que cubrían el servicio de guardavidas con anterioridad a la resolución municipal que los dejó sin trabajo. Como si fuera poco, los trabajadores recibirán los salarios completos de toda la temporada. Una victoria de suma importancia si se tiene en cuenta el penoso antecedente que tiene el fuero laboral en esta ciudad, con una clara tendencia a favorecer al sector empleador.

Sin embargo, desde el día del fallo pasaron ocho días de incertidumbre, ya que el municipio presentó un recurso extraordinario para revocar el fallo de primera instancia, lo que requirió continuar la lucha en las calles hasta conseguir la vuelta a las playas.

Esta decidida acción de lucha de los guardavidas contrastó con el inmovilismo del sindicato municipal, Soyem, que los ignoró pese a compartir patronal y de Utedyc, sindicato de trabajadores de entidades deportivas, demostrando una vez más a qué intereses responden.

Este triunfo sirve de ejemplo a toda la clase trabajadora, en un contexto de ajuste sostenido en todo el país. Los guardavidas se movilizaron, actuaron en conjunto y resistieron las presiones del municipio que pretendía precarizarlos y no reconocer el importante trabajo que llevan adelante todas las temporadas de verano. ¡Viva la lucha de los compañeros guardavidas!