Desde hace varios años, un grupo de trabajadores venimos militando activamente para arrebatar la conducción de la gremial a un grupejo de oportunistas propatronales que, haciendo uso de los métodos clientelistas más bajos, pulverizaron conquistas y transformaron nuestro salario en un cúmulo de ítems que esconden en “negro” casi un 40% del mismo.

Pusieron la guinda al postre con la entrega de la mutual médica, que otrora fuera modelo en su tipo, a una fundación capitaneada por Ginés González García, el gran privatizador de la salud.

Entregaron nuestra caja de jubilaciones con una ley que aviesamente promocionaron como maravillosa para nuestro futuro, pero que nunca fue discutida por los trabajadores.

La agrupación ganadora se fue forjando al calor de todas las luchas que se dieron en el Bapro, contra la patronal que se recuperaba del saqueo duhaldista a través de un fideicomiso que transfirió la mayor parte de la deuda incobrable al pueblo de la provincia de Buenos Aires (hoy en investigación en el marco de una causa por el probable vaciamiento del banco, a cargo del juez Facundo Cubas, que tiene procesados a Frigeri y otros funcionarios, que actuaron con la connivencia de la entonces gremial que negaba sistemáticamente los hechos). Mientras, la salud de los trabajadores se resquebrajaba a pasos agigantados, luego de la hecatombe financiera de finales de 2001 y de 2002, ya que como el hilo se corta por lo más delgado, fuimos los que pusimos la cara ante la confiscación que se hizo a los ahorristas.

Por encima de un burdo intento de fraude, con padrones truchos, urnas impugnadas, porque sabían que perdían, y autos puestos por el sindicato, que era imposible que recorrieran los kilómetros hasta Zárate (sucursal afín a la Lista 20), resistimos en el hall de la Bancaria con el apoyo de compañeros de otros bancos y organizaciones que se solidarizaron, hasta que a las cuatro de la mañana del 30/7 la Junta Electoral consagró ganadora a la Lista 20 de Marzo.

Se abre un arduo camino de lucha para recuperar el salario, blanquear las sumas en negro, aplicando los coeficientes de convenio.

Desarticular los métodos clientelistas como la mutual 6 de Septiembre, exigir que la Provincia financie nuestra caja de jubilaciones, según marca la Constitución provincial.

Efectivizar a los contratados y pasantes. Y una larga lista de reivindicaciones que deberemos arrancar a la patronal.

Pero la victoria se inscribe como un gran triunfo de los trabajadores del Bapro contra las conducciones gremiales propatronales de los últimos diez años.