La Lista Verde y Roja de ATE Ministerio de Cultura ganó por 248 votos contra 209 la elección de Junta Interna ante la Lista Verde, Azul y Blanca. Es la primera vez, desde 2001, que se presentan dos listas para disputar la conducción del sindicato en Cultura y asiste el 80% de padrón a votar. La VyR peleó contra dos aparatos unificados -y sus cajas- y ganó con el voto de los compañeros de escritorio que pagaron rifas para poder financiar la campaña.

 

La Verde, Azul y Blanca surgió de la unidad entre la Verde y Blanca que dirige la seccional Capital y el sector de la Verde que responde a Pancho Dolmann, conocido en el sindicato por los manejos oscuros que lleva adelante en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti). A fines de octubre, estos dos sectores se habían enfrentado físicamente llegando al punto de destruir la fachada del Hotel Bauen, recuperado por sus trabajadores, donde se realizaba el congreso federal de ATE. Sin embargo, no tuvieron problema en presentar una lista única contra los delegados de los trabajadores. Algunos de los candidatos de la Verde, Azul y Blanca no fueron empadronados para votar delegados de sector aunque se pasaron de UPCN a ATE entre septiembre y octubre de este año.

 

El mayor orgullo de la Verde y Roja es estar compuesta por compañeros que se reincorporaron con la lucha. El 29 de enero, cuando la lista de 500 despedidos por el gobierno de Macri llegó a las puertas del ministerio, un sector de los delegados se opuso a defender “ñoquis” tomando el discurso de Cambiemos, que calumnió a los trabajadores del Estado como cobertura de un operativo de ajuste y despidos masivos. Desde ese día se borraron de las movilizaciones, de las asambleas y se encerraron en sus sectores. Mientras tanto, las asambleas transcurrían unificadas y una decena de trabajadores tomó responsabilidades y puso la cara sin tener fueros: esos compañeros son hoy los delegados electos. Cultura es el ministerio nacional con mayor número de reincorporaciones: 240 trabajadores volvieron con organización y lucha a sus puestos de trabajo. Muchos de los que no se lograron reincorporar apoyaron públicamente a la Verde y Roja.

 

A pesar de presentar candidatos que fueron coordinadores hasta la gestión anterior y delegados que ostentaban un prontuario de traiciones a los trabajadores, la Verde, Azul y Blanca hizo una importante elección y ganó seis de los 19 sectores entre los que se encuentran el Museo Malvinas, el Instituto Nacional del Teatro y el edificio de Alsina al 400. La lista contó con el apoyo político incluso de Luis D’Elía, que los llamó a votar. Sin embargo, su unidad no resistió 24 horas: al día siguiente de las elecciones algunos de los delegados de sector ya estaban sacando comunicados descalificando a sus propios compañeros.

 

En 12 sectores quedaron consagrados delegados los trabajadores de la Verde y Roja, una lista que se caracteriza por la unidad en la lucha. Un frente que se realizó con grandes diferencias políticas y profundos debates pero con un acuerdo absoluto sobre el método de organización y la defensa de los trabajadores. Los trabajadores del Ministerio de Cultura eligieron una Junta Interna unitaria y combativa contra el acuerdo electoralista de los aparatos que se han pasado el año sin poner en pie un plan de lucha unificado. Ganó la lista del activismo que lucha.

 

A 15 días de terminar el año, ATE Cultura renovó mandato con 34 delegados de los trabajadores, ni de los gobiernos ni de los patrones.