Sindicales

22/4/1999|623

Triunfo rotundo de los telefónicos

Los telefónicos del Sindicato Buenos Aires impusieron, finalmente, con una lucha resuelta y vigorosa, la reincorporación de los casi 200 despedidos por Telefónica-Citibank, hace 5 semanas. Es algo que hace mucho que no se lograba en las luchas sindicales. La empresa se comprometió ante el Ministerio a firmar el lunes 19 la reincorporación total e incondicional de los despedidos.


El factor fundamental de este notable triunfo fue la decisión inequívoca de lucha del gremio. La asamblea general ya había votado el paro activo en el caso de que, al finalizar el período de conciliación, quedara un solo compañero en la calle. No sólo eso: todos los días durante ese lapso, más de 100 delegados y activistas, organizados en piquetes, recorrieron las comerciales de Telefónica y se instalaban con batucadas en los accesos, obligando de hecho a la patronal a interrumpir la actividad y cerrar la comercial. Se instalaron toda una jornada ante el domicilio del presidente de la empresa. Y el hecho más insólito: bloquearon los retiros ‘voluntarios’ de trabajadores en el propio Ministerio de Trabajo.


Es que la patronal había presionado durante la conciliación a los cesantes y otros trabajadores para que se retiraran, ofreciéndoles tres y cuatro veces más dinero del que correspondía por antigüedad. Pretendía quebrar la moral de los trabajadores y la resistencia sindical. Enterados de que, en el Ministerio, jefes de Telefónica y funcionarios se disponían a homologar el retiro de una serie de trabajadores a cambio de suculentos cheques, delegados, activistas y miembros de la Comisión Administrativa acudieron a las oficinas respectivas y, con el apoyo de trabajadores del Ministerio, bloquearon la operación. El Ministerio se vio obligado a resolver que no se podía tramitar ningún retiro mientras durara la conciliación.


El triunfo de los telefónicos demuestra que “el que lucha gana”. Es un mentís a los que opinan que la clase obrera”no da”, que “la gente no quiere luchar”. La fuerza obrera se manifestó mediante los ‘viejos métodos’ de la acción directa, los piquetes, el paro, la ocupación y la movilización.


Ahora, se ha abierto una nueva etapa para la lucha de este gremio. Consiste en fijar una estrategia para terminar con los despidos encubiertos y obtener la estabilidad de la planta permanente de trabajadores efectivos; reforzar el cuerpo de delegados y activistas, con la promoción de los más destacados luchadores; y abordar un aspecto importante, terminar con el tutelaje reaccionario de la burocracia de la Federación Nacional menemista, que interfiere con las decisiones del mayor sindicato del país, apoyada en burocracias de seccionales minúsculas del Interior.