Sindicales

21/7/2016|1420

Tucumán: acuerdo entreguista en la paritaria azucarera


La Fotia había reclamado un aumento del 39%. Las patronales, por su lado, habían ofertado un aumento del 30% no remunerativo (o sea en negro). Bajo esas circunstancias, la Fotia decretó a finales de junio un paro de 24 que no llegó a concretarse porque el Ministerio de Trabajo de la Nación decretó la conciliación obligatoria. En ese ínterin, la burocracia de la Fotia, encabezada por Roberto Palina (quien es a su vez Secretario de Trabajo del gobierno de Manzur), sin consultar a los trabajadores -sólo lo hizo con los secretarios generales de los sindicatos de fábrica- le puso la firma a un acuerdo salarial miserable.


 


A partir del acuerdo, el salario de la categoría 1 (la menor) pasará de 10.164 a 13.721 pesos. Y ese último monto estará compuesto de la siguiente manera: 11.384 pesos remunerativos, más una suma de 2.337 no remunerativa. El 35% se aplicará sobre el resto de las categorías (La Gaceta, 29/6).


 


Como frutilla del postre, el acuerdo contempla una cláusula de paz social para evitar cualquier conflicto laboral.


 


El contraste con el básico conquistado en el ingenio San Isidro es elocuente: allí la categoría 1 es de 17.500 pesos.


 


La burocracia azucarera tucumana le ha asegurado a las patronales condiciones salariales miserables y laborales negreras (el 90% de la mano de obra está tercerizada) y la disposición a dejar pasar cualquier tipo de atropellos, como los que han venido sucediendo en el Ingenio San Juan, donde los trabajadores desde hace meses han tenido que enfrentar en completa soledad el vaciamiento del ingenio y atropellos ocurridos en la zafra pasada y ahora, con una nueva patronal dispuesta a pisotear los derechos de los trabajadores, pagando en negro parte de las quincenas, como ahora acaban de firmar en las paritarias la propia dirigencia de Fotia.


 


Con todo, la zafra en curso se desenvuelve en un marco de crisis y pronóstico de convulsiones. Varios ingenios han dejado de cumplir los acuerdos de exportación, volcando los excedentes al mercado interno, con lo cual los precios se mantienen deprimidos. Como resultado de ello, algunos ingenios han declarado no reunir condiciones financieras para asegurar la molienda. Bajos esas condiciones, los pequeños y medianos cañeros, son extorsionados por los ingenios, quienes pretenden eliminar el sistema de maquila y dejarlos fuera de la repartija de los cupos de la producción de alcohol.


Varias entidades cañeras han señalado que muchos cañeros no están en condiciones de levantar el cañaveral y como viene ocurriendo con los cañeros mayores, es la señal para desconocer los acuerdos paritarios, intentando desde hace tiempo reintroducir al obrero del surco bajo un régimen aún más negrero, equivalente al que les aplican a los trabajadores rurales.


 


Las propias patronales de los ingenios van a aprovechar el cuadro de desorganización y bloqueo burocrático, incluso para desconocer los acuerdos paritarios.


Es hora de avanzar ingenio por ingenio en el agrupamiento del activismo para poder impulsar la lucha contra las patronales que la crisis en la zafra, los atropellos constantes y el deterioro de las condiciones de vida que impone el ajuste macrista, va a obligar a dar.