La docencia ha entrado en un clima de ebullición en todo el país y también en Tucumán.

El gobierno provincial, sin embargo, no piensa dar ningún aumento que no venga de la mano de la Nación. No quiere comprometer sus finanzas destinadas a los negociados y subsidios de la camarilla de Alperovich. Por eso le ha recordado a la burocracia sindical que ha firmado un “gran acuerdo” en febrero y que está vigente hasta 2009. Incluso, ha violado una resolución de la Justicia provincial que frena el proceso electoral en Atep y ha recibido a Zelarayán como interlocutor válido, a cambio de un nuevo pacto contra la docencia.

Pero la docencia no está dispuesta a aceptar pasivamente. Ya lo demostró en las elecciones de Atep, apoyando a la oposición a pesar del fraude y las maniobras. En distintas escuelas ha comenzado un proceso de reagrupamiento, elección de delegados y organización, impulsado por Tribuna Docente y la lista Roja-Turquesa-Rosa.

Se está pidiendo un salario igual a la canasta familiar y un básico de 1.700 pesos. También la UDT pide un básico de 1.500 pesos, y ha votado un plan de lucha con paros progresivos a instancias de los militantes de Tribuna Docente, en una asamblea de 120 representantes.

Se trata de multiplicar las asambleas que se pronuncien por los reclamos y se elijan delegados. Debemos preparar la dirección de la lucha que se viene.