Sindicales

16/8/2012|1235

Tucumán: Los trabajadores y la crisis política

Sábado 25, conferencia sindical con la presencia de Néstor Pitrola

Hay una retracción general de la actividad: despidos y suspensiones en textiles, metalmecánicas, rurales y en la construcción; además concluyó una mala cosecha en el citrus. El salario promedio no llega a los 3000 pesos. El desempleo está creciendo (en el interior, la desocupación duplica a la de la capital).


Los municipios están quebrados, y el gobernador Alperovich ha establecido sobre ellos un cerrojo financiero. De este modo, disciplina a intendentes y jefes comunales. Pero las propias cuentas provinciales están en rojo. La respuesta de Alperovich es un ajuste: 'aumentos' salariales menores a la inflación, e impuestazos. Ha pedido una ayuda financiera nacional sin respuesta aún y está en la agenda negociar un crédito con la banca privada, que sería a tasas usurarias.


Los alquileres y el costo de la vivienda están por las nubes, lo que ha desatado un movimiento de ocupación de tierras en el departamento de Cruz Alta, contiguo a la Capital.


Realineamientos patronales


La crisis fiscal marca un principio de disolución del régimen alperovichista. Hay que añadir que el gobernador no puede ser reelecto, salvo que reforme la constitución nuevamente, una empresa que, en este contexto, se presenta muy dificultosa. Por el lado de la oposición, la UCR suspendió sus internas para presentar una lista de "unidad" que ha desatado impugnaciones y renuncias.


Dentro del oficialismo se concentran las tensiones y luchas de diversas camarillas. Amaya, intendente de la capital, tiene comunicación propia con el gobierno nacional y ha estrechado vínculos con La Cámpora, agrupamiento que está compitiendo en diversos escenarios con el oficialismo alperovichista. La respuesta de Alperovich en demorar fondos a la capital ha provocado un escándalo: los concejales y funcionarios superiores no habían podido cobrar sus dietas y sueldo.


A su vez, Alperovich salió a desmentir públicamente versiones que hablaban de un alineamiento con Scioli, pero su esposa minimizó las críticas a Moyano. Las puertas no están cerradas para una 'delasotización' a la tucumana.


La burocracia sindical y el movimiento obrero


Los realineamientos locales y nacionales están teniendo una fuerte repercusión sobre las direcciones sindicales. Se ha conformado un "Frente Intersindical", impulsado por las dos CGT locales (una moyanista, la otra de Venegas), que han sumado a la CTA local (michelista) y el Sindicato de Municipales de Aguilares (CCC). Ninguna de las dos CGT ha movido un pelo en los últimos años. Ahora plantean que va a ir a la lucha para ser escuchados. Han formulado un pliego: salario mínimo de 5000 pesos, paritarias sin techo, 82% para jubilados, contra las tercerizaciones y el trabajo en negro, eliminación del impuesto a las ganancias sobre el salario, y convocarían a una movilización para el 22 sin paro. Aunque está concebida como una medida aislada, podría transformarse en un punto de referencia donde se canalicen las tensiones reivindicativas acumuladas. Desde el campo del clasismo esta planteada una intervención independiente, reclamando la necesidad de un plan de lucha, la huelga general y un Congreso Provincial de Delegados de Bases


Por un movimiento sindical clasista. Conferencia sindical del PO


En nuestra actividad, percibimos un intenso ánimo deliberativo entre la clase obrera. Los obreros de Citrusvil discutieron vivamente la posibilidad de tomar medidas de acción directa ante el fin prematuro de la temporada. La ocupación de tierras del ingenio Concepción, de carácter eminentemente obrero, marca una tendencia a acciones independientes. Los trabajadores de la construcción han protagonizado paros y cortes en distintas obras, contra los 'accidentes' laborales y despidos. A principios de año tuvo lugar la gran movilización de docentes autoconvocados y hubo luchas aisladas en textiles y otros gremios. Asimismo, la profunda experiencia de los autoconvocados de la salud está presente en la conciencia de los trabajadores. Hay una filial local del Sitraic y se ha conformado un sindicato combativo de choferes, en repudio a la UTA.


Estas tendencias requieren una dirección: hay que fortalecer las agrupaciones clasistas allí donde existen, y crearlas donde todavía no están. Con este objetivo, el Partido Obrero convoca a una Conferencia Sindical el sábado 25 de agosto, con la presencia de Néstor Pitrola.