Sindicales

9/4/2016

Tucumán: movilización de los trabajadores de la salud

Enfrentan el ajuste de Macri y Manzur


El miércoles 6, convocados por el SITAS (sindicato de los trabajadores autoconcovocados de la Salud) y el SITRE (sindicatos de trabajadores de enfermería -en formación), más de 1000 médicos y enfermeros se concentraron en la Plaza Independencia y marcharon por las calles céntricas de la capital. Allí, en un clima combativo, se repudió el acuerdo paritario que semanas atrás  firmaron con el gobierno la mayoría de los sindicatos estatales. En dicho acuerdo, se aumenta el básico en un 30% en dos cuotas (abril y setiembre), a lo que se agrega un adicional en negro de 2.800 pesos. Este arreglo es una verdadera entregada, pues los básicos estatales son irrisorios. Para el gobierno es el techo salarial.


El lunes 4 los trabajadores de la salud ya habían dado claras señales de su descontento al coincidir con el paro nacional docente, realizando numerosas asambleas masivas en los hospitales y los CAPS (Centros de Atención Primarias de la Salud).


El SITAS y el SITRE están reclamando un aumento del 40% a partir de marzo (en blanco y en una sola cuota), a la par de otras reivindicaciones relativas a las condiciones de trabajo.


En la concentración se hicieron fuertes denuncias sobre el estado de la salud pública provincial, se denunció el protocolo represivo y se llamó a continuar la lucha.


Esta irrupción de los trabajadores de la salud hizo recordar los inicios de la gran lucha autoconvocada de la salud que durante 2009 y 2010 acorraló al gobierno de Alperovich y que se tradujo en la toma de los hospitales y movilizaciones que alcanzaron a superar los 10.000 manifestantes.


En aquella oportunidad, los problemas de fondos quedaron irresueltos, en especial la recuperación salarial, el reconocimiento de la insalubridad, la eliminación del trabajo precario en la salud, entre otros.


Ahora, al calor de la feroz carestía, de la perpetuación del impuesto al salario, del deterioro de las condiciones laborales y el vaciamiento de numerosos centros de salud, en especial en el interior, los trabajadores se han visto empujados a salir nuevamente en forma resuelta a la lucha.


Los reclamos en curso han puesto en crisis la política de ATSA, que había anunciado que iba a privilegiar la defensa de los puestos de trabajo por encima de la reivindicación salarial y ha tenido que suspender la firma de un acuerdo paritario. A su vez, ha puesto en crisis la propia política del gobierno, que había anunciado que luego de la firma con los sindicatos de la salud iban a discutir el acuerdo salarial con la policía, en momentos en que, como ha ocurrido en el pasado, se vuelven a agitar diversas internas en las fuerzas.


Luego de la concentración del miércoles, en varios hospitales se realizaron asambleas que ratificaron los reclamos y la necesidad de profundizar la lucha.