Sindicales

14/6/2012|1226

Un balance del paro de la CTA

La bronca que genera el impuesto a las ganancias en los salarios, los topes salariales a las paritarias, el recorte de las asignaciones familiares y la decisión de regimentar a fondo los sindicatos colocaron el paro de la CTA en un lugar destacado. Pablo Micheli reconoció que el paro empalmó con el crecimiento de un humor de protesta y de lucha.


A pesar de ser una medida aislada y ajena al propósito de apoyar las luchas de estatales (Inti, etc.), judiciales y docentes, el paro del 8 de junio de Micheli expresó la aspiración a un paro nacional de conjunto de las centrales obreras. Hubo un importante paro de la docencia de Capital, contrariando la campaña carnera de la CTA de Yasky que maneja a UTE-Ctera. En la provincia de Buenos Aires hubo una rebelión contra la burocracia del Suteba y la Dirección General de Escuelas, que amenazaron a los docentes con un "doble descuento" y con declarar ilegal el paro. La adhesión de los maestros y profesores superó, en promedio, el 50 por ciento, con picos del 70 y 80 por ciento en algunos distritos como José C. Paz, La Plata, Escobar, Marcos Paz, Quilmes y Lomas de Zamora, entre otros.


El paro docente fue también muy importante en varias provincias del país.


CTA-Micheli, un gol en contra


En ATE, sin embargo, el principal gremio de la CTA de Pablo Micheli, el paro fue un fracaso. En Capital y provincia, los estatales prácticamente no pararon y, en reparticiones estratégicas, boicotearon la medida. En Capital, comisiones internas enteras de la CTA-Micheli se han pasado al kirchnerismo y bombearon la huelga, como la Secretaría de Hacienda o el Indec. La mitad de las internas restantes integran la CTA-Yasky. Micheli y el FAP están perdiendo su propio sindicato, como Yasky-K va perdiendo el suyo, Ctera.


En el Inti, la Verde no se empeñó en organizar la huelga del 8. En La Plata sólo pararon masivamente ATE-Educación, cuya combativa Interna está en un plan de lucha, y trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos. En el resto fueron acciones aisladas, incluyendo internas importantes como ATE-Ioma. En Bahía Blanca, pararon fundamentalmente los docentes del Suteba, auxiliares de escuela y judiciales.


En la mayor parte del Interior, el paro pasó inadvertido. En Catamarca, Aduca llevó al paro al 90 por ciento de la docencia. En Santa Fe, el paro fue sólo importante en Rosario. Amsafe-Rosario enfrentó la campaña carnera de la Celeste de Amsafe-provincia y los aprietes del gobernador del FAP Bonfatti -el gobernador que apoya la CTA. En Santa Cruz, el paro de la CTA se sostuvo esencialmente sobre las espaldas de los docentes de Adosac (más de 50 por ciento). Hubo un paro importante de judiciales y de trabajadores municipales de varios distritos. Donde el paro y la movilización fueron más contundentes fue en Neuquén, donde las diez seccionales docentes opositoras de Aten están en un plan de lucha, también los estatales.


Micheli admitió, en su discurso en la Plaza de Mayo ante no más de 6.000 asistentes, incluyendo las columnas piqueteras de la CCC y Teresa Vive, que "muchos compañeros estaban en contra del paro y lo que provocó duras discusiones en la Central". Reconoció también que consideraron levantar el paro a la luz de la pseudo nacionalización de YPF. Esta postura, sostenida también por el socialismo de Binner-Bonfattii, coloca a la CTA, al FAP y a Proyecto Sur de Solanas en la posición de segundo violín del kirchnerismo.


El discurso de Micheli se quedó en una nueva apelación a Moyano por una movilización conjunta.