En el Hospital Evita de Lanús, en la mañana del jueves 16, un trabajador y un paciente que salía de quirófano cayeron cinco pisos por el hueco del ascensor. 

El trabajador, camillero, sacaba al paciente del área de quirófanos, recién operado por una cirugía menor (tendón de Aquiles), cuando llama al ascensor, este abre la puerta y el camillero ingresa al mismo de espaldas llevando la camilla, pero el coche ya no estaba. 

Tras la caída, el Ministerio de Salud provincial informó que "el camillero está fuera de peligro con una luxación de hombro derecho", mientras que "el paciente, identificado como Jorge Vergara, de 36 años, sufrió cinco fracturas en las costillas que causaron la perforación en pulmones, por lo que tuvo que ser operado. Según se informó desde el hospital, aunque su estado es grave, 'se encuentra estable y con asistencia respiratoria mecánica, algo habitual en este tipo de lesiones'" (Clarín, 16/8)

La falta de mantenimiento de los ascensores es común en todos los hospitales bonaerenses. Con condiciones de funcionamiento y fallas diarias que sólo por azar no terminan en tragedia. 

La emergencia en mantenimiento, infraestructura, recursos físicos y humanos , es alarmante y producto de una política consciente de vaciamiento y destrucción de la salud pública, llevada a cabo por años por distintos gobiernos patronales, y que tienen su profundización en el gobierno actual, en el marco de un intento privatista en la forma de Cobertura Universal de Salud. 

Un hecho similar a este ya lo vivimos hace poco tiempo en el San Martín de La Plata, o en el Posadas con la muerte de Manuel. Los salarios paupérrimos y las desastrosas condiciones de trabajo y seguridad (y ni hablar de la calidad de la atención brindada a la comunidad) se sustentan en un presupuesto de ajuste y endeudamiento. Ese endeudamiento y sus negociados, explican el por qué de la refacción de numerosas guardias de los hospitales de la provincia, una lavada de cara mientras se caen otros sectores y se desmantelan y se cierran servicios, y se vacían de profesionales. Es que esas obras son la ejecución y justificación del endeudamiento brutal que ha tomado la provincia, y expresan a la vez, una orientación fondomonetarista del sistema de salud. 

En el Evita pasan muchas cosas más, como el uso de garrafas de gas en un sector del laboratorio por problemas de infraestructura, la falta de médicos en la terapia pediátrica (una de las pocas de zona sur) y otros problemas de índole general. La convivencia con estas condiciones de trabajo se da con la absoluta complicidad o inacción de los gremios del hospital, desde Cicop hasta Ate. 

Planteamos:

Por un paro activo provincial por la salud de trabajadores y pacientes. Juicio y castigo a los responsables políticos, Vidal y el ministro Scarsi. Triplicacion del presupuesto de salud y aumento de emergencia. 

Que Cicop y ATE llamen a un plan de lucha progresivo y consecuente por aumento salarial y presupuestario.

Por un plan de infraestructura de los hospitales.

Asambleas de trabajadores en todos los hospitales para poner en pie un plan de lucha por nuestras vidas y nuestros salarios, en la defensa definitiva e incondicional del hospital público.

Congreso de delegados con mandato para quebrar el ajuste de Macri, Vidal y el FMI.

Evitemos un verdadero "Cromañón" de la salud pública.