La negativa de las autoridades de la UBA de cumplir con el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) sancionado el año pasado está generando la rebelión de los docentes del Ciclo Básico Común. El motivo es muy concreto: las autoridades se niegan a cumplir con la regularización (estabilidad) de todos los docentes que tengan más de 5 años de antigüedad en su cargo, tal cual lo plantea el artículo 73 del CCT, y pretende en su lugar convocar a concurso a todos los cargos docentes. Se trata de una práctica histórica de las camarillas que dirigen la universidad: manipular los concursos para expulsar a los docentes críticos o, simplemente, para beneficiar a docentes afines. La inestabilidad de los docentes no sólo les permite un control político de la planta, sino que además es una garantía para manejar el padrón de cara a las elecciones de claustro.

La movilización de los docentes del CBC se explica porque, siendo la unidad académica más grande la de UBA (por cantidad de sedes, docentes y estudiantes), más del 98% de los docentes son interinos, bajo contratos anuales, en muchos casos desde la fundación del CBC hace más de 32 años.

La presentación de un proyecto de concursos abiertos elevado por la secretaria académica de la UBA provocó una indignación generalizada. Contra la regularización establecida por la ley, las autoridades fomentan una competencia entre los docentes por sus cargos, recortando designaciones y convalidando cursos con más de 100 estudiantes por aula.

Los responsables de avanzar en la privatización educativa, convalidando presupuestos de ajuste, poniendo la universidad al servicio de los intereses de la clase capitalista, defienden los concursos truchos en nombre de la excelencia académica. Cínicamente son las mismas autoridades que  mantienen más de 10.000 docentes trabajando gratis, en edificios que se caen a pedazos, en condiciones de interinato permanente, sin licencias ni siquiera para poder formarse.

Para su maniobra, las autoridades cuentan con la complicidad de la burocracia sindical de Aduba (Fedun) que se prestó a firmar un convenio trucho en contraposición al nacional, que no sólo desconoce la regularización de los docentes, sino que hasta habilita el trabajo ad-honorem. La kirchnerista Feduba hace mutis por el foro, mientras uno de sus representantes graduados en el Consejo Superior defiende estos concursos truchos, atacando a la AGD. Al fin y al cabo, el rector Barbieri que hoy gobierna con el PRO era el candidato a ministro de Educación en caso de una victoria de Scioli.

En este escenario, la AGD es el único sindicato de la UBA que batalla por la aplicación plena del CCT, organizando una lucha que será de largo aliento. Impulsando 2 asambleas del CBC y una general en los últimos 15 días, movilizando al Consejo Superior y sus comisiones, y motorizando un petitorio que cuenta ya con la adhesión de casi 1000 docentes del CBC, puso de pie a un amplio sector del CBC, con la resolución de parar las actividades si prospera el intento de concursar los cargos de los docentes con más de 5 años de antigüedad.

Se trata de una batalla estratégica, ya que la aplicación plena del CCT golpearía fuertemente el régimen precarizador de la UBA. La Naranja, como dirección de la AGD y de la comisión directiva del CBC, impulsa desde el inicio y hasta el final la aplicación del CCT y la defensa de todas las designaciones y puestos de trabajo.