Sindicales

30/5/1996|496

Un gran, gran paso adelante

El 24 de mayo pasado, cerca de 200 activistas, en representación de la Coordinadora de Desocupados de Neuquén, de las Comisiones de Desocupados de casi todas las localidades del interior de la provincia y la mesa directiva del CTA Neuquén, protagonizaron el 1er Congreso Provincial de Trabajadores Desocupados.


El Congreso votó un programa de lucha, convocó a una “marcha provincial contra el hambre y la desocupación” para el viernes 21 de junio próximo, que habrá de partir desde todos los puntos de la provincia hacia la Capital de Neuquén, y constituyó una Coordinadora Provincial de todos los movimientos de desocupados existentes, planteando la extensión a todas las ciudades y pueblos de la provincia.


Fue un gran paso adelante.


Un congreso de independencia obrera


El congreso cerró la etapa de reflujo en el movimiento de los desocupados, que se inició con la represión del 2 de octubre del año pasado.


En abril, la gobernación sapagista disminuyó de 200 pesos a 150, el ‘subsidio’ que la ley provincial 2128 (de “contraprestación laboral”) otorga a una gran cantidad de desocupados. Esto originó una serie de protestas y de movilizaciones en diversas localidades. En Loncopué, por ejemplo, se  obligó al municipio a restituir los 50 pesos en una canasta de víveres controlada por la comisión de desocupados. En Neuquén Capital, la Coordinadora reconstituyó su fuerza y entregó en Casa de Gobierno un petitorio con más de 1.000 firmas de trabajadores enrolados en la 2128, que reclama la continuidad del pago del ‘subsidio’ a los trabajadores accidentados que no pueden cumplir con la “contraprestación laboral”.


Recientemente, el 1º de Mayo, este reanimamiento se manifestó en una importante participación en el acto obrero del CTA. Esta situación obligó al CTA a romper con el Comité de la 2128 que integraba con el gobierno y el clero, el cual estaba encargado de vigilar el cumplimiento de esa ley y que, entre otros atropellos, había resuelto el descuento de los 50 pesos del subsidio al desempleo.


La ruptura confirma el acierto de la crítica que se hiciera desde estas páginas, en octubre del año pasado, al CTA por su integración a ese comité antiobrero.


La ruptura del CTA con la comisión 2128, el fortalecimiento de la Coordinadora neuquina y la creciente movilización en diversas localidades, ayudaron a poner en pie este Congreso.


Seguro al desocupado


El congreso aprobó por unanimidad un importante programa, luego de un amplio debate político.


Se votó reivindicar un seguro mínimo al desocupado de 500 pesos,  sin discriminaciones, para todo mayor de 16 años, y también se exigió que la ‘contraprestación laboral’ incluyera cargas sociales, aguinaldo y vacaciones. Esto significa en la práctica la liquidación de la 2128.


Un sector del Congreso (loristas) planteó que no “quería mejorar la 2128” y alguno de sus integrantes hasta era partidario de su derogación, uniéndose  a los oficialistas y ‘opositores’ que quieren eliminar cualquier forma de seguro al desempleo. El CTA, por su lado, se declaró partidario de “una justa reglamentación de la contraprestación”. El Congreso superó estos planteos, al votar el “pase a planta permanente de todos aquellos beneficiarios de los distintos programas que emplean mano de obra desocupada, que estén desarrollando tareas ya sea en el Estado como en la actividad privada”, el reintegro de los 50 pesos descontados y la incorporación  “sin discriminación alguna, de los miles de desocupados que quedaron fuera de la misma”. La incorporación  de los “desocupados” que realizan “contraprestaciones” a las plantas permanentes, acaba con la política capitalista de utilizar a los trabajadores desocupados para presionar por una baja del salario de los efectivos.


El Congreso dejó de lado la propuesta estratégica del centroizquierdismo de “exigir la desgravación impositiva, de créditos, etc., a las actividades que generen una efectiva contratación de nuevos puestos de trabajo”, en la comprensión de que los subsidios para los capitalistas sólo sirven para reforzar el parasitismo de las patronales y de ningún modo para resolver los problemas de las masas.


Junto al movimiento obrero


El Congreso votó enfrentar los despidos masivos, oponiéndoles el “reparto de las horas de trabajo sin disminuir el salario”, porque la crisis la deben pagar los patrones y no los trabajadores. Asimismo, votó  “la unidad en la lucha de los trabajadores ocupados y desocupados, rechazando los Decretos de rebaja salarial a los compañeros docentes y estatales”.


En el Congreso intervinieron numerosos jóvenes para denunciar la explotación social del régimen de ‘pasantías’, de los programas ‘joven’, ‘trabajar’, etc. Denunciaron que son obligados a trabajar 9 horas, en concepto de ‘capacitación’, por 150 pesos. El Congreso incluyó en  sus reclamos a todos los jóvenes a partir  de los 16 años.


Libertad a Panario y Christiansen


Decenas de intervenciones plantearon la libertad de Panario, Christiansen y “el cese de las persecuciones y el proceso judicial”. Ante esta situación, en la segunda sesión del Congreso la dirección del CTA se declaró de acuerdo con esta reivindicación, que pasa a transformarse en una divisa de la movilización de todos los trabajadores neuquinos, ocupados y desocupados. El congreso liquidó de esta manera la campaña macartista que desarrollaron, desde el 2 de octubre del año pasado, el gobierno, los radicales, el Frepaso, el centroizquierda y algunos sectores contra la Coordinadora.


El Congreso produjo una declaración especial de repudio al periodista oficialista Pancho Casado, quien 48 horas antes había acusado a Jorge Mora, de la Coordinadora de Neuquén y dirigente del Partido Obrero, y a los movimientos de desocupados, de “vándalos” y “subversivos”, y hasta se había  atrevido a exigir que el Congreso no aprobara el reclamo de la libertad de Panario y Christiansen ni el cese de las persecuciones.


Organización y movilización


En torno a la organización futura del movimiento tuvo lugar una polémica entre la posición del CTA, que planteó que todas las comisiones de desocupados se integraran al CTA, y la de numerosos activistas que defendían la independencia de las Coordinadoras de Desocupados y el frente único entre ellas y el CTA, sobre la base de la lucha. Como consecuencia de la discusión se llegó al acuerdo de formar una Mesa Coordinadora Provincial integrada por todos los movimientos de desocupados y el CTA, que actuará como mandataria del programa votado hasta el próximo Congreso.


Profundizando todavía más las deliberaciones, el Congreso votó, para el próximo viernes 21 de junio, una marcha contra el hambre y la desocupación desde todos los puntos de la provincia.


Todos los desocupados del país y todos los militantes sindicales deben estudiar las conclusiones votadas por el Congreso de los Trabajadores Desocupados de Neuquén y la alianza que se ha establecido entre las Coordinadoras y el CTA. Y deben hacerlo especialmente porque también se votó una convocatoria a un Congreso Nacional de Trabajadores Desocupados, sobre la base del programa votado.


Ha sido, incuestionablemente, un gran, gran paso adelante, aunque lo más difícil es lo que queda por hacer.