En las elecciones de delegados del subterráneo se produjo un aplastante triunfo del activismo, que barrió prácticamente con la burocracia de UTA y con una serie de elementos ligados al Mas que jugaron, ambos, un papel notablemente pro patronal en las grandes luchas que se libraron los últimos dos años.

Efectivamente, de los cargos en juego, la mayoría absoluta quedó en manos de los activistas y delegados que impulsaron los paros contra los despidos, y en particular contra el del ‘Gallo’ Méndez, falsamente acusado como responsable del accidente de mayo del ‘99, producido por irresponsabilidad patronal. Son también los delegados y activistas que se opusieron a la firma del último convenio que abrió la puerta a los despidos. Los que impulsan la lucha por las 6 horas, el restablecimiento del régimen de insalubridad y el rechazo a las tercerizaciones.

En este triunfo obrero jugó un papel fundamental la Coordinadora de agrupaciones opositoras, que nuclea a la vanguardia antiburocrática de los trabajadores del subterráneo. Que supo organizar alrededor de un programa de lucha a una cantidad de compañeros luchadores de distintas líneas y de los talleres.

Ahora está planteada la tarea de organizar a todas las líneas para encarar el combate por el aumento salarial y las 6 horas por trabajo insalubre, sin reducción del salario.