Sindicales

21/3/2007|984

Un grito de libertad

Comité Provincial del FUT-Partido Obrero


La enorme marcha gremial del 15/3, con miles y miles de trabajadores, jóvenes y jubilados presentes, fue ante todo un grito de libertad. Un tremendo esfuerzo de un pueblo oprimido durante muchos años por sacarnos de encima las cadenas que nos oprimen, las cadenas del presentismo y las cadenas del miedo…


 


Han sido ya 6 marchas iniciadas por Adosac en Río Gallegos, y un reguero de otras marchas tan significativas como las de la capital, en cada rincón de nuestra provincia, desde Calafate y Turbio, a Caleta, Las Heras o Deseado, pasando por San Julián, Santa Cruz, Piedrabuena o Gobernador Gregores.


 


Es la más genuina y profunda expresión de la lucha popular que se desarrolla en Santa Cruz en varias décadas.


 


A cada marcha el gobierno ha respondido con una nueva provocación o con un nuevo desafío. La más audaz fue la organización de la contramarcha, que con todo el peso del aparato del Estado a su servicio, apenas pudo reunir 500 personas, la mayor parte de ellas contra su propia voluntad, que se disgregaron en pocos minutos.


 


“Contramarchas eran las de antes”, se dirá a sí mismo el empresario multimedial Ulloa, recordando las organizadas en 2000 y la emboscada contra los caceroleros en 2002.


 


Hoy los trabajadores más que quintuplicaron a la tropa oficialista, en una marcha rebosante de entusiasmo, que va a quedar en la historia por su masividad y por haber derrotado políticamente el intento intimidatorio del poder.


 


Se abre una nueva crisis política en Santa Cruz: el gobierno interino carece de autoridad y el pueblo empieza a manifestarlo con una contundencia pocas veces vista. La política salarial ha colapsado, tanto como la mentirosa “emergencia económica”.


 


Los métodos de dominación que el clan gobernante utilizara hace varios años no dan más resultado. Se quedaron en el pasado y lo único que han logrado con la presión y el apriete es soliviantar los ánimos de los trabajadores, los padres, los jóvenes y los vecinos en general. La situación política es la que ha cambiado… y desde la huelga docente de Caleta de 2004, las huelgas municipales de 2005, la rebelión de Las Heras y de los desocupados de la zona norte, la iniciativa la viene tomando la lucha obrera y popular, que viene muy de abajo.


 


Sin embargo,un gobierno moribundo puede seguir causando mucho daño, si no está derrotado por completo, y el incendio del automóvil de la Adosac es un síntoma de ello, de su desesperación y de su desgobierno.


 


El problema no es económico sino político, porque la Provincia, gracias a la devaluación, tiene plata como nunca, pero paga en salarios la menor proporción del presupuesto de toda la historia. Hace falta la decisión política de aumentar los básicos, rediscutir todas las escalas, eliminar los pagos en negro y los presentismos, asegurando así el futuro de las cajas de Previsión y de Servicios Sociales.


 


En Santa Cruz se aplica una vulgar política de “depredación” de los recursos naturales y “ajuste” contra los salarios y las prestaciones sociales como las que recomendaba el tan denostado FMI.


 


Mientras, se privilegia hasta el delirio la obra pública y los negociados y despilfarros que se hacen con esas obras, mientras se mantienen en el extranjero los 500 millones de dólares, que prometieron repatriar y de los que nunca rindieron cuentas, mientras se subsidia a las corporaciones capitalistas de la pesca, del petróleo, del oro y del cemento.


 


La lucha docente ha puesto el dedo en la llaga y la movilización popular desatada en estos días cuestiona lo más esencial de las políticas kirchneristas instaladas en Santa Cruz desde hace 17 años.


 


La conclusión de todo esto es que existe una crisis de poder, que el gobierno interino debe renunciar, que es preciso reorganizar la provincia sobre nuevas bases sociales, estatizar los recursos, anular la ley de lemas y replantear el sistema de representación, en función de las necesidades y de la voluntad política de las mayorías trabajadoras.


 


No es en octubre, la lucha es ahora…


 


Organicemos plenarios y asambleas en todos los sectores de trabajo, movilicémonos todos juntos y concretemos un gran paro provincial, por la satisfacción de todos los reclamos pendientes.


 


Forjemos una salida política obrera y socialista.


 


(16/3)