Sindicales

2/4/2017

Un nuevo capítulo en la descomposición de ATE

Necesitamos un congreso de delegados de base


En un hecho inédito en el sindicalismo argentino, la Verde y Blanca de ATE, orientada por el kirchnerismo, ha convocado un paro nacional para el 12 de abril. Lo insólito radica en que hace la convocatoria no desde las estructuras del sindicato, sino en su calidad de agrupación. La respuesta de la conducción de Godoy fue ignorarla, y convocar otro paro…el 19 de abril.


 


La gravedad del asunto no yace en lo formal de la cuestión, sino en su carácter político. Una agrupación que dirige 9 de los 24 Consejos Directivos Provinciales, se arroga una representación nacional que no le corresponde. No lo hace para superar una dirección nacional paralizada, mediante asambleas de base, plenarios y congresos que deliberen y voten un plan de lucha contra el ajuste. Su objetivo es arrebatar con un golpe de mano la conducción nacional del sindicato.


 


La fractura y descomposición de ATE viene de larga data. Acompañó, con sus ritmos y particularidades, la división de la CTA, hoy partida en tres. Las escisiones no responden a diferentes orientaciones sociales de fondo, sino a la sumisión de una u otra variante patronal: la kirchnerista, por parte de los sectores que responden a Yasky y al camporismo; a la Alianza o Binner, en el pasado, y actualmente a la Unidad Popular, fogoneada todas ellas por los Lozano y De Gennero. Colocan de este modo la caja y aparato del sindicato en función de intereses de partidos de la burguesía.


 


Esta disputa tuvo un episodio notorio en el Confederal  del año pasado (http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/sindicales/bochorno-en-el-confederal-de-ate-hacen-falta-un-congreso-de-bases-y-una-nueva-direccion) dónde, patotas mediante, acabo con un bochornoso enfrentamiento que destruyó el  Bauen. La disputa era la misma: la caja del sindicato mediada en ese caso por una reforma que daba mayor poder de intervención al Consejo Nacional.


 


La dirección nacional de Godoy tiene una responsabilidad de primer orden en este derrotero. En vez de la organización real de los estatales a lo largo y ancho del país, optó por un reforzamiento del control burocrático del sindicato. No ahorró en recursos: en Mendoza, cooptó económicamente a Roberto Macho, Secretario General de esa provincia, y avaló sus maniobras destituyentes contra la fracción combativa de esa directiva.


 


Los desafíos del gremio son enormes: los despidos no se han detenido y en el Estado reina la precariedad laboral. UPCN se prepara para firmar una paritaria de miseria a la medida del techo de Macri. La persecución e impugnación a Juntas Internas y activistas por parte de Modernización merece una respuesta contundente. Con estas direcciones de ATE, sin embargo, no podemos llegar a buen puerto.


 


El planteo histórico de Tribuna Estatal de organizar un Congreso de Delegados de Base de todo el gremio toma mayor relevancia aun. Aunque sean paros aislados, proponemos valernos de ellos, e instalar las reivindicaciones apremiantes de los estatales. Debemos impulsar la deliberación en todos los lugares de trabajo para superar estas direcciones putrefactas y llevar a los estatales al escenario de irrupción de luchas que recorre a todo el movimiento obrero.