Sindicales

14/5/2015|1363

Un salto en el trabajo metalúrgico


El 8 de mayo se realizó un plenario de activistas metalúrgicos del Partido Obrero que significó un salto en la estructuración de una corriente clasista nacional en el gremio.


 


Participaron, delegados y miembros de comisiones internas de Acindar de Villa Constitución (agrupación El Martinete), de varias empresas de Rafaela, de Siderca (agrupación El Mandril), de la Comisión Interna de Aluar-Madryn; de Escorial, de Siam, de Acoplados Salto y de un conjunto de empresas medianas y talleres.


 


El informe inicial, a cargo de Néstor Pitrola, partió de señalar el avance del clasismo referenciado en la izquierda, que llegó a expresarse en el hiperregimentado congreso de Mar Del Plata, donde en una medición secreta sobre las preferencias electorales, Altamira se alzó con seis votos.


 


Luego explicó la crisis de las paritarias y el rol directo de CFK -apoyándose en la UIA contra los trabajadores- para imponer la pauta salarial del 25 por ciento. Los paros de bancarios, docentes universitarios o aceiteros, cada uno con sus características, expresan la resistencia de los trabajadores al ajuste.


 


“El PO y el Frente de Izquierda pugnan por instalar en la escena nacional las reivindicaciones obreras contra la agenda capitalista que hoy domina la opinión pública”, dijo Pitrola, y finalizó llamando a participar activamente en estas luchas y en la campaña electoral.


 


Juan Ferro completó el informe refiriéndose al cuadro de crisis de la burocracia metalúrgica -tanto de Caló como de sus opositores- y a la situación de la actual negociación en la que sólo se ofrece inflar el porcentaje con sumas no remunerativas y un aporte a la obra social.


 


Una realidad extendida


 


Las intervenciones mostraron realidades disímiles, pero un denominador común: el fortalecimiento de las tendencias antiburocráticas, en la mayor parte de las seccionales y, sobre todo, en las grandes plantas.


 


La movilización “autoconvocada” de los trabajadores de Siderca contra las suspensiones, la preparación de listas de oposición en Mahle, Basso y Giuliani, la gran intervención del cuerpo de delegados de Aluar-Madryn en el paro del 31 de marzo y la victoria que obtuvieron replicando el reclamo de Fate (que pertenece a la misma patronal) contra los descuentos de ganancias, la lucha por los adicionales por zona desfavorable, el papel los comités de seguridad mixtos en Acindar, las dificultades de la organización de los talleres más chicos, la importancia del trabajo en las redes y demás instrumentos de difusión “clandestinos”; todo esto fue balanceado y discutido.


 


Finalmente, se votaron una serie de resoluciones: sacar un volante sobre la paritaria con eje en el rechazo a las sumas no remunerativas y la necesidad de concretar el paro de 36 horas, un apoyo decidido a la asamblea autoconvocada de Siderca, un seguimiento especial de los procesos de lucha y las elecciones en Rafaela, lanzar una serie de cursos sindicales, una campaña por la puesta en pie de comités obreros de seguridad electos, reconocimiento del adicional en zonas desfavorables y editar un boletín en papel y digital (para ser entregado en mano o difundirse de manera encubierta, de acuerdo con las posibilidades) que nos permita desarrollar una agitación sistemática de alcance nacional.


 


Con la elección de una mesa nacional y del nombre del boletín (“Agrupaciones Metalúrgicas Clasistas”) quedó constituida la agrupación nacional de metalúrgicos de la Coordinadora Sindical Clasista-PO.


 


¡Un gran salto adelante!