Sindicales

24/10/2002|777

Una abogada mentirosa

En La Verdad Obrera del 16 de octubre pasado, una abogada del Pts no vacila en calumniar al PO. Al referirse a la aprobación del proyecto de expropiación transitoria de Grissinópoli, dice que “dicho proyecto (sic) fue presentado por Baltroc (Ari) y Altamira (PO)”. Esto es falso, la abogada no puede alegar ignorancia porque los medios escritos se refirieron a “los proyectos de Baltroc y Altamira”. Prensa Obrera publicó, íntegro, el proyecto de expropiación y gestión obrera de Grissinópoli inscripto en su momento por Altamira.


El propósito del fraude es burdo, y a la vez sencillo: poder oponer al proyecto finalmente aprobado supuestamente “del PO”, una crítica política… que también le pertenece al PO. Es decir, que “la ley no hace a la cooperativa dueña de los medios de producción, ni les otorga capital de trabajo”, al tiempo que “no tendrán garantizado llevarse todos los meses un salario como el que cobraban antes del cierre” (LVO, ídem). Esta caracterización de las “expropiaciones” centroizquierdistas es una copia, naturalmente, de Prensa Obrera y de las intervenciones legislativas de Altamira, que la autora del artículo no puede dejar de citar. Sólo que para “contraponerlas” al “viraje” que ahora supondría haber “promovido una ley trucha”.


La autora del artículo presenció las reuniones de la Comisión de Desarrollo Económico de la legislatura donde Altamira denunció los límites insalvables de la ley de Grissinópoli. El mismo planteo fue reiterado en la sesión plenaria. Todo esto es conocido dentro del movimiento de las fábricas ocupadas, y no puede ignorarlo el Pts.


La abogada miente de nuevo cuando dice que “Altamira debería haber usado su tribuna parlamentaria para impulsar la movilización de los trabajadores de las fábricas ocupadas y romper el chantaje estatal-patronal-judicial”. Es precisamente lo que hizo Altamira, el único diputado en todo el país que presentó proyectos de expropiación sin pago y bajo gestión obrera, y que impulsó esta orientación frente a Ghelco, Chilavert, Brukman y Grissinópoli. A instancias del Polo Obrero, el Bloque Piquetero Nacional organizó un encuentro de fábricas ocupadas… en Grissinópoli, que fue boicoteado por el Pts.


La nota del Pts culmina como empieza, es decir, con otro fraude: ya refiriéndose a Brukman, señala que “la lucha por la estatización bajo control obrero… no implica rechazar las conquistas parciales que se le puedan arrancar al Estado”. Pero, ¿por qué nos pretenden aleccionar respecto de algo tan evidente? La razón es simple: la abogada que firma el artículo trató de boicotear esa orientación en la Legislatura y fue desautorizada posteriormente por la fábrica. En esa sesión, Altamira enfrentó la provocación y a los legisladores patronales (que querían cerrar el tema) planteando que el Estado asegure una salida para la producción, que establezca una garantía salarial, contribuciones previsionales y un capital de trabajo. De este modo, fue el PO quien defendió “el petitorio presentado por las trabajadoras y trabajadores de Brukman a la Legislatura”, cuyo contenido el Pts se atribuye, pero que es copia fiel de planteos muy anteriores de Prensa Obrera. Pero como la madre que reconoce a su hijo aún si no lo ve por años, pudimos actuar de ese modo porque “el petitorio” lo redactó el PO, sólo que hace varios meses atrás. Su contenido está en un artículo de Prensa Obrera. Luego, le entregamos un resumen del mismo a los compañeros de la Comisión Interna de Brukman, entendiendo que contribuiría a enfrentar “oblicuamente” la oposición legislativa a la “expropiación” (ver Prensa Obrera N° 762, “Brukman: Comenzó a debatirse la expropiación”).


Como se ve, es el Pts quien ha tenido que pegar “un giro”. Impuesto, claro está, por los trabajadores de Brukman, que percibieron hasta qué punto los estaban llevando a una encerrona y exigieron que se avanzara en el rumbo planteado por el bloque del PO en las últimas reuniones legislativas.