Sindicales

27/12/2017

Una deliberación sin antecedentes en el Smata La Plata

Asambleas y medidas de lucha de los trabajadores de la industria del automóvil contra el paquetazo de ajuste.

Estas últimas semanas el gobierno se empeñó, a punta de palos y escopetas, en hacer pasar la votación del histórico robo a los jubilados y trabajadores; sin embargo, se encontró con un movimiento obrero que se enfrentó a esta política de guerra, en las calles y en muchos sindicatos.


Un dato significativo fue lo que sucedió en el gremio Smata (de la industria del automóvil) de La Plata, donde los trabajadores de las concesionarias llamaron a asamblea en cada una de las empresas, y en algunos casos exigieron a la conducción de la seccional que las convoque.


Esta presión de los compañeros parió asambleas de gran convocatoria en todas las empresas concesionarias, en donde se debatió con el conjunto de los trabajadores, el carácter del paquete antiobrero del gobierno y el pacto entre Macri y la CGT. Como conclusión de estos debates se votó por amplia mayoría la adhesión al paro del día 15 de diciembre, sostenido por las gremiales combativas pese a su levantamiento por parte de la burocracia de la CGT.


El propio lunes 18, día de la enorme movilización de más de 200 mil personas, el Smata (en consonancias con otros sindicatos como la UTA, UPCN, Comercio, etc.) llama a no plegarse al paro de la CGT –convocado de forma muy tardía, dos horas antes de que comience la movilización-, situación que produjo el descontento de muchos trabajadores, que le exigieron a la conducción que dé explicaciones de la no adhesión.


Vanguardia y aprietes


En la seccional La Plata del Smata, el grueso de los trabajadores revista en grandes grupos económicos concentrados con una importante cantidad de concesionarios cada uno, en los cuales están los grandes polos de postventa. Allí, como en la autopartista Taranto, se encuentra la vanguardia obrera de esta lucha.


Ante esta reacción histórica en la base de la seccional, la patronal y los delegados de la burocracia no tardaron en amedrentar a los trabajadores, con listas negras y descuentos. 


Perspectivas


Este proceso que se abrió en el Smata La Plata no tiene antecedente. Hace más de ocho años que no se convocaban asambleas en los lugares de trabajo, pese a las precarias condiciones laborales, las paritarias a la baja, las sumas en negro y el conjunto de los reclamos pendientes.


Sin lugar a dudas se abre una nueva etapa de deliberación en el gremio, donde los trabajadores empezaremos a discutir la necesidad de una nueva conducción sindical clasista e independiente de cualquier variante patronal, y por un congreso de base de delegados y activistas que discuta un plan de lucha para enfrentar la guerra del gobierno contra los trabajadores.