Los compañeros del diario de Spadone, el de la leche podrida, están resistiendo con firmeza el despido de 50 compañeros (casi el 80% de la redacción). Se trata de una maniobra de vaciamiento para ‘limpiar’ a La Razón de personal, como lo habría reclamado Clarín, el supuesto comprador del vespertino.

Desde el domingo 24, los compañeros despedidos, junto a delegados y compañeros del gremio, se han plantado en la puerta del diario formando un férreo piquete que ha logrado la solidaridad de la mayoría de los compañeros no despedidos.

El diario hoy está, básicamente, en manos de jefes, que lo llenan con cables y material de ‘parrilla’.

La Utpba debe llamar de inmediato a una reunión del cuerpo de delegados del gremio y lanzarse decididamente a organizar asambleas en los lugares de trabajo que voten medidas de apoyo a los compañeros de La Razón. Hay que organizar ya un gran acto en la puerta del diario.